El congresista Jim Jordan fracasó rotundamente el viernes en una tercera votación por el puesto de presidente de la Cámara de Representantes, luego que fue rechazado por aún más republicanos de la corriente conservadora que advirtieron al duro aliado de Donald Trump que ninguna amenaza o promesa podría obtener su apoyo.
Los republicanos no parecen tener un plan viable para unir a la fracturada mayoría de su partido, elegir a un nuevo presidente y retomar el trabajo del Congreso, que ha languidecido desde que los partidarios de la línea dura destituyeron a Kevin McCarthy a principios de mes.
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En total, Jordan perdió a 25 colegas republicanos, lo que lo deja lejos de la mayoría necesaria, mientras se agrava el enfrentamiento y los pasos a seguir son inciertos. Antes de la votación, Jordan no dio señales de que abandonará la contienda, insistiendo en una conferencia de prensa en el Capitolio que “el pueblo estadounidense tiene hambre de cambio”.
Basándose en sus raíces de Ohio, Jordan, popular entre la base de votantes activistas del ala derecha del Partido Republicano, situó su arriesgada campaña junto a la historia de los innovadores estadounidenses, incluidos los hermanos Wright, e instó a sus colegas a que le eligieran presidente.
El propio McCarthy se levantó en la cámara para nominar a Jordan, describiéndolo como un hábil legislador que busca el compromiso. Esto provocó carcajadas en la bancada demócrata. McCarthy dijo sobre Jordan: “Es directo, honesto y confiable”.
Los demócratas nominaron al líder Hakeem Jeffries, y la congresista Katherine Clark señaló que Jordan, que se negó a certificar los resultados de las elecciones presidenciales de 2020, era “una amenaza para la democracia" y que “necesitamos un presidente digno de ocupar el cargo”.
Pero después de dos votaciones fallidas, el tercer intento de Jordan para ocupar el puesto no acabó mejor, en gran parte porque los republicanos más centristas se están rebelando contra el candidato y debido a las tácticas de mano dura que se están empleando para ganarse sus votos: han sido bombardeadas con llamadas telefónicas de acoso e incluso han denunciado amenazas de muerte.
De hecho, Jordan ha perdido votos en lugar de ganarlos, a pesar de las horas que ha pasado tratando de ganarse a los reticentes, lo que no supone ninguna mejora respecto a los 20 y 22 republicanos que perdió en las primeras rondas de esta semana.
La votación del viernes fue de 194 votos para Jordan, su resultado más bajo hasta la fecha, y 210 para Jeffries, con dos abstenciones por cada lado.
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