Una estudiante transgénero de 17 años se suicidó en Lille, Francia, tras dos semanas de ser expulsada del instituto donde estudiaba por llevar falda a la clase, una situación que ha generado una serie de cuestionamientos al equipo pedagógico del centro educacional, mientras los alumnos están conmocionados por la muerte de la joven.
Desde el viernes que sus compañeros le han dedicado varios homenajes a la estudiante que murió el miércoles. Algunos de los jóvenes decidieron sentarse en el establecimiento como señal de protesta contra las autoridades académicas y en recuerdo de ella.
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El grupo inició una campaña en redes sociales con el hastag #JusticiaparaFouad, donde han afirmado que iniciarán un combate "por la tolerancia y la pedagogía sobre la discriminación a personas transgénero".
"El problema viene de la generación anterior a la nuestra. Tenemos que enseñarles a respetar a las personas trans", dijo una amiga de la joven en el diario local Lille Actu, que informó que la joven víctima ya había tratado de quitarse la vida antes.
Fue el 2 de diciembre cuando la estudiante fue expulsada de la clase por la jefa de estudios del centro, quien criticó la vestimenta, una situación que ella misma grabó y transmitió a sus compañeros, quien comenzaron a difundir el video.
La joven, que tenía falda vaquera y medias, fueron duramente criticadas por el director y la jefa de estudios del instituto, quien le dijeron que éstas "no eran adecuadas" y que podrían ser "impactantes" para otras personas.
"Comprendo tus ganas de ser tú misma y esto se hace precisamente para acompañarte mejor, pero no lo entiendes. Hay distintas sensibilidades según las edades, simplemente", le dijo la responsable.
La alumna respondió que "entonces es a ellos a los que hay que educar", mientras que la profesora sostuvo "estoy de acuerdo contigo".
Al día siguiente de la expulsión, alumnas y alumnos ingresaron con faldas al centro, una clara señal de apoyo y solidaridad a la víctima, lo que llevó al instituto a readmitirla y la joven volvió, vestida como quiso.
Desde el centro estudiantil descartan su responsabilidad en la muerte. Ellos ya sabían del cambio de sexo de la alumna y afirman que ella estaba viviendo en una casa de acogida debido a que tenía "otras dificultades" personales.
En la dirección regional de educación, que comunicó el jueves el suicidio de "un estudiante en proceso de cambio de su identidad sexual", informaron que "estaba siendo acompañado" por el equipo del instituto, mostrando así su apoyo a los profesores.
Omar Didi, presidente de la organización LGTB Le MAG Jeunes, afirmó a France Info que "tener el valor de afirmar su identidad de género en su centro escolar y ser expulsado es extremadamente violento", poniendo en duda la sensibilidad del instituto donde iba la estudiante.
La justicia abrió una investigación sobre las circunstancias de la muerte para aclarar los hechos.