La crisis económica argentina de 2001 que acompañó a Fernando de la Rúa

El mandatario, que gobernó de 1999 a 2001, terminó renunciando por la crisis económica, ocasionando un default, y huyó de la Casa Rosada en helicóptero.

Fernando De la Rúa ganó la presidencia después de ser alcalde de Buenos Aires en 1999 (AFP)
Ciudad de México /

El ex presidente de Argentina Fernando de la Rúa, quien gobernó de 1999 al 2001 y falleció a los 81 años, pasó a la historia por su renuncia en 2001 en medio de la peor crisis económica y social del país sudamericano.

Su imagen abandonando el poder en helicóptero desde el helipuerto de la Casa Rosada se convirtió en uno de los más desconcertantes momentos de la historia argentina.

Carlos Menem y Fernando de la Rúa fueron presidentes de Argentina en medio de la mayor crisis económica del país (AFP)

El origen de la crisis

Con el retorno a la democracia en 1983 tras ser electo Raúl Alfonsín se incluyeron medidas para estabilizar la economía del país, entre ellas la creación de una nueva moneda, el austral. Pero el incumplimiento en el pago de préstamos generó en gestión una inflación que superó más del 3 mil por ciento en 1989.

Con la llegada a la presidencia del gobierno neoliberal de Carlos Menem, el ministro de Economía Domingo Cavallo aplicó en 1991 la Ley de Convertibilidad, en que se fijó el valor del austral, y posteriormente del peso argentino, al mismo valor que un dólar estadunidense, conocido popularmente el “uno a uno”, generando una enorme reducción inflacionaria, incluso a niveles de deflación, y estabilización de los precios durante los años noventa.

A pesar que se aumentó el poder adquisitivo de la población, la deuda externa del país creció al grado de no poderse pagar por falta de fondos, mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) siguió otorgando préstamos, situación que fue empeorando en años siguientes con el "Error de diciembre" de 1994 de México, la crisis asiática de 1997 y la crisis económica de Rusia en 1998, sumado a la devaluación de diversas monedas como el real brasileño en 1999.

La deuda argentina para 1998 llegaba a representar el 49 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), pero superaba los 147 mil millones de dólares, siendo imposible sostener la paridad cambiaria y produciendo una recesión al año siguiente en que la economía decreció 3.4 por ciento.

Las protestas en el Obelisco de Buenos Aires tras la crisis económica del 2001 en que murieron 39 personas en el país (Dominio Público)

El "Corralito" y la debacle

De la Rúa, quien había sido alcalde de Buenos Aires desde 1996, ganó las presidenciales como líder de la agrupación Alianza (UCR-FREPASO) y tomó posesión en 1999.

Los graves desequilibrios económicos y el plan de ajuste, unido al escándalo de corrupción que en el 2000 impulsó la dimisión del vicepresidente Carlos Álvarez llevaron al gobierno de De la Rúa a agonizar la situación económica provocando la salida de capitales del sistema bancario.

La operación financiera, conocida como el “Megacanje”, buscó reestructurar la deuda con los bancos y fondos internacional con tasas de interés que superaban el 15 por ciento, causando un mayor incremento de la deuda externa.

El FMI otorgó un “blindaje” multimillonario al país para otorgar confianza a las inversiones y bajar los intereses, medidas que fueron insuficientes para el 2001 con el aumento del Riesgo País (la capacidad y confianza de un país en inversiones) por encima de los mil puntos.

La interrupción del FMI en otorgarle fondos Argentina, las renuncias de los ministros de economía José Luis Machinea, ante el fallo del “blindaje”, y de Ricardo López Murphy, quien aplicó recortes en gasto público en educación y salud, una reducción del dinero en pensiones y la postergación del pago de salarios generaron mayores fugas de capitales para marzo de 2001.

Las largas filas en los cajeros bancarios y una crisis de legitimación gubernamental generó la victoria del Partido Justicialista, de corte peronistaen las elecciones legislativas realizadas en octubre.

Domingo Cavallo, quien asumió nuevamente como ministro de Economía en marzo, anunció el 1 de diciembre del 2001 en cadena nacional la imposición del “Corralito”, impidiendo el retiro de efectivo en cajeros limitando a sólo 250 pesos argentinos o dólares a la semana con el motivo de evitar una mayor fuga de capitales, paralizando la economía y produciendo una crisis política.

La sociedad salió a las calles y los sindicatos declararon una huelga general el 13 de diciembre donde varios negocios en diversas ciudades del país fueron saqueados violentamente, aumentaron los robos en las calles y había enfrentamientos entre la policía y los manifestantes. Las cifras de pobreza superaron el 50 por ciento de la población y la desocupación llegó por encima del 21 por ciento.

El 19 de diciembre, Fernando de la Rúa anuncia un Estado de sitio en cadena nacional, dando inicio a múltiples protestas en las calles , conocido como el “Cacerolazo” exigiendo la renuncia del presidente bajo el lema “¡Que se vayan todos!”.

La represión policíaca en la Plaza de Mayo frente a la Casa Rosada y en las calles de Buenos Aires durante la noche del 19 y gran parte del 20 de diciembre fue documentada por los medios, donde murieron cinco personas en la plaza y hubo 227 heridos, mientras que a nivel nacional murieron 39.

Ese mismo día, a las 19:37 horas locales, Fernando de la Rúa presenta su renuncia como presidente al no llegar a un acuerdo con el Partido Justicialista ante el presidente del Senado, Ramón de la Huerta, donde abordó un helicóptero en el helipuerto de la Casa Rosada derogando el Estado de sitio un día después. El Riesgo País llegó a superar la barrera de los 5 mil puntos.

Fernando De la Rúa abandonó la Casa Rosada el 20 de diciembre de 2001, sin embargo, su renuncia sería efectiva al día siguiente (AFP)

El fin de la crisis y el ascenso de los Kirchner

Adolfo Rodríguez Saá asumió la presidencia de Argentina durando sólo siete días en el cargo, en que sólo logró oficializar la suspensión de pagos del país, el default, y presentó su renuncia tras denunciar la falta de apoyo político, en que Rodríguez Saá buscaba extender su mandato interino hasta 2003 cuando sólo fue designado por 90 días y recibió rechazo dentro del propio Partido Justicialista, entre ellos el gobernador de Santa Cruz Néstor Kirchner

Eduardo Duhalde asumió la presidencia el 1 de enero de 2002, después de la presidencia de dos días de Eduardo Camaño, aplicó medidas económicas como la devaluación del peso argentino, que dio fin a la Ley de Convertibilidad el 6 de enero de 2002 y aumentando el uso del peso de forma forzosa de los depósitos bancarios en moneda extranjera. 

Después de la administración de Duhalde, quien fue criticado por la Masacre de Avellaneda en 2002 y sus posturas contra el presidente de Venezuela Hugo Chávez, asume Néstor Kirchner la presidencia en 2003 tras ser electo y generó en su mandato un crecimiento del PIB superior al 8 por ciento después de la crisis donde la economía cayó 10.9 por ciento en 2001.

​dmr

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