Un policía se disparó en la cabeza para evitar ser arrestado, luego de una persecución por el robo de un auto en Córdoba, Argentina, y murió horas más tarde internado en un hospital.
El oficial, identificado Nicolás Loases de 35 años, se desempeñaba en labores administrativas de la corporación que no ameritaban el uso de armas de fuego, por lo que se investiga de dónde sacó la pistola con la que se disparó dos veces en la sien.
El hoy occiso robó un Chevrolet Prisma a una mujer el viernes 16 de febrero, en la calle Peñaloza del barrio Poeta Lugones, pero dentro del vehículo se encontraba el celular de la víctima y el GPS permitió dar con su ubicación.
Luego de ser interceptado por la policía, el ex sargento salió del vehículo para escapar a pie. Así llegó hasta un domicilio en el que fue rodeado por las fuerzas del orden, y prefirió balearse antes de ser detenido.
La primera versión de los hechos fue que el arma de uno de los persecutores hirió al acusado, pero luego se reveló la grabación de una cámara de seguridad que captó el momento del suicidio.
En las imágenes se ve al hombre intentar, sin éxito, subir al techo del lugar y luego caer al suelo cuando intenta seguir corriendo. En ese momento se apunta con la pistola en la sien y jala el gatillo, pero el arma no detona y procede a cortar cartucho.
Lugar de los hechos:
El policía jala el gatillo de nueva cuenta y ahí sí recibe un balazo, pero no es suficiente para quitarle la vida. Aún consciente, empuña la pistola de nueva cuenta y se tira otra bala en el mismo lugar que la anterior.
El segundo tiro le provocó pérdida considerable de masa encefálica, por lo que lo dejó inmóvil en el suelo, pero no le arrebató la vida de inmediato. De hecho murió durante la madrugada del sábado.
Nicolás Loases se desempeñaba como mensajero en la policía de Córdoba, y pese a que estaba sometido a tratamiento psiquiátrico no tenía historial criminal hasta el día de su muerte.
SNGZ