El gobierno argentino bajo la administración de Javier Milei ha llevado a cabo una nueva ola de despidos que afecta a 685 empleados del ex Ministerio de las Mujeres, Diversidad y Géneros. Esta medida se enmarca en una política anunciada de reducción del Estado y ha sido confirmada por el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona.
El ex ministerio ahora absorbido por el ministerio de Justicia ha reducido su plantilla en 85 por ciento. En una primera etapa, el gobierno ya había prescindido de 240 trabajadores, totalizando 925 despidos.
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Uno de los cambios más significativos es la re estructuración de la Línea 144 que brindaba atención a mujeres víctimas de violencia de género y que pese a que continuará operativa, llamándose ahora “de atención a personas en situación de violencia y riesgo”, elimina la referencia explícita al género. Este cambio se alinea con lo que Milei ha llamado su "batalla cultural" contra la "ideología de género".
La administración argentina justifica estos cambios como una estrategia para reducir la burocracia estatal. Sin embargo, la eliminación simbólica de la línea de emergencia específica para mujeres y la reducción del ministerio se consideran un retroceso significativo para el feminismo en Argentina. Expertas y activistas como Lucía Cavallero, líder de la organización Ni Una Menos, han señalado que estas medidas desamparan a las mujeres víctimas de violencia y envían un mensaje negativo sobre la importancia de abordar la violencia de género como un problema específico y grave.
Feministas argentinas se manifestaron contra Javier Milei
La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) ha denunciado que más de dos mil empleados han sido despedidos este fin de semana y ha anunciado protestas en respuesta a estas medidas.