"Una maestra mató a mi hija": asesinato de una alumna de primaria enciende alertas en Corea del Sur

El padre de la víctima pidió impulsar una ley para garantizar la seguridad en los planteles, así como un tratamiento adecuado a profesores con "condiciones mentales severas".

Asesinato de una alumna de primaria enciende alertas en Corea del Sur | AP
Alejandra Sigala
Ciudad de México /

No hablar con desconocidos es una de las primeras y más importantes enseñanzas de la infancia. Haneul, de ocho años, no fue la excepción: “Mamá, papá y maestros son tus protectores, como súper héroes”, le insistía su padre con recurrencia sin imaginarse que uno de esos guardianes se convertiría en verdugo.

“¿Cómo un padre puede sentirse seguro de enviar a sus hijos a la escuela cuando una maestra es capaz de asesinar a una estudiante? Una maestra arrebató la vida de mi hija”.

Haneul cursaba el primer año de primaria en un colegio de la ciudad de Daejeon, Corea del Sur. Tenía una hermana menor a quien recién le habían celebrado su cumpleaños el 9 de febrero y un día antes, el 8, su abuela también cumplió años. El 10 de febrero la pequeña había asistido con normalidad a su escuela, donde, además de sus clases normales, también cursaba una clase extraescolar de arte impartida en el mismo plantel.

Las manecillas del reloj marcaban las 15:40 horas y la mayoría de estudiantes habían salido de la escuela con rumbo a sus hogares o a sus clases extraescolares. Todo parecía normal aquella tarde de lunes: la estudiante terminó su sesión de arte, salió del aula alrededor de las 16:30 horas para dirigirse a la entrada donde se encontraría con el conductor de la escuela que la llevaría hasta su casa. Sin embargo, Haneul nunca llegó.

El chófer reportó el atraso de la pequeña y las autoridades comenzaron a buscarla sin éxito. Eran ya las 16:50 horas. La niña no aparecía por ningún lado y se tuvo que dar aviso a la familia, a fin de reportar los hechos ante la policía.

La intervención policial dio pie a extender el radio de búsqueda incluso a los departamentos cercanos. A este punto Haneul llevaba casi una hora de desaparecida.

Haneul cursaba una extra-escolar de pintura en el mismo plantel donde tomaba sus clases normales | Freepik

El encuentro con la asesina

De acuerdo con el relato del padre, el teléfono celular de Haneul contaba con una aplicación rastreadora y de audio para monitorear la ubicación de su hija, así como escuchar sus alrededores.

“A las 16:50 aproximadamente, su voz desapareció completamente y en su lugar podía escuchar una fuerte respiración de una mujer mayor (...) como si hubiera corrido 100 metros a toda velocidad”, relató a la prensa. “También escuché el sonido de cajones abriéndose y cerrándose repetidamente”.

Asimismo podía escuchar cuando las diversas alarmas que activaba en el teléfono de Haneul eran apagadas a la fuerza. No había duda: el mecanismo que el padre implementó para proteger a su hija quedó descartado y sólo restaba intensificar las búsquedas.

La madre, el padre, la abuela y el personal docente se habían unido a los esfuerzos por encontrar a la menor; los cuales comenzaron a dar sus resultados pocos minutos después de la llegada de la policía.

En una de esas la abuela alcanzó a escuchar la voz de una mujer dentro del aula de audiovisual. “¿Hay una niña ahí?”, preguntó desde el pasillo, obteniendo un “no” por respuesta. Pero lo que esa fémina no sabía era que la abuela alcanzó a ver la mochila y la botella de agua de su nieta antes de interrogarla, lo que avivó las sospechas de que Haneul podía estar dentro de ese cuarto. Inmediatamente el teléfono del padre comenzó a sonar.

El aula de audiovisual se encontraba a 20 metros del salón donde Haneul tomó su extra-escolar | AFP

Así, a las afueras del salón de audiovisual— ubicado a 20 metros del de artes— estaban la abuela y el padre de Haneul junto a elementos de la policía que ayudaron a derribar la puerta. La escena que ocultaba la oscuridad de aquel aula era aterradora.

Los flashes de los celulares se encendieron y, en efecto, la mochila y la botella de la menor se encontraban dentro del salón junto a una mujer cubierta de sangre y con algunas heridas. En tanto Haneul fue hallada inconsciente con decenas de puñaladas en el cuello, la axila y varias partes de su cuerpo.

“Sus manos tenían cortes profundos, indicando que ella intentó defenderse desesperadamente”, detalló su padre con voz entrecortada.

La niña fue trasladada al hospital así como la presunta agresora, pues parecía que sus lesiones habían sido autoinfligidas. Pero los esfuerzos médicos no fueron suficientes y finalmente Haneul murió a las 18:35 horas.

“A partir de ahora, viviré por la hermana menor de Haneul. Apoyaré y querré a los amigos que Haneul amaba. Por favor, recen para que Haneul sea feliz en el cielo”, atajó con lágrimas en los ojos.

“Quería morir con alguien”

La banqueta donde niños y adultos transitaban día a día está adornada de flores, cartas de condolencias y regalos en memoria de Haneul. Las puertas de la escuela se cerraron al día siguiente del atroz crimen, mientras las investigaciones aún continúan para esclarecer la mayor duda del caso: ¿Por qué?

Conforme avanzaron las investigaciones se identificó que la presunta responsable era una de las profesoras del colegio, más no directamente de la víctima. Aunque poco después de ingresar al hospital aceptó su culpabilidad.

El padre de la menor dijo estar “100% seguro” que el asesinato había sido un acto premeditado, tanto así que, afirmó, si la maestra hubiera fallado en su cometido, habría vuelto a intentar agredir a Haneul. Pero la mujer negó tener otra razón más que el deseo de “morir con alguien sin importar quién fuera”.

Estudiantes y familiares colocan altar en memoria de Haneul | AP

Según reportó Korea Now, tras supuestamente escoger aleatoriamente a su víctima, la docente engañó a la menor para llevarla al salón donde después la estranguló y apuñaló con un arma que compró esa misma mañana.

En tanto testimonios recabados por la policía dieron cuenta del historial de actitudes violentas que la profesora había presentado días antes, tales como torcer el brazo de un colega y romper una computadora.

Asimismo se dio a conocer que la depresión— por la cual ha sido tratada desde el 2018— la llevó a abstenerse de sus labores en diciembre del 2024, regresando ese mismo mes pese a que el tratamiento contemplaba inicialmente ausentarse por seis meses. Incluso se le señaló de tener varios pensamientos suicidas.

La brutalidad del caso conmocionó e indignó a la sociedad surcoreana al punto de que el presidente interino, Choi Sang Mok , instruyó a revisar los estándares de seguridad en las escuelas. En tanto el padre de la víctima pidió impulsar la “Ley Haneul” para garantizar que las y los maestros con condiciones severas de salud mental reciban un tratamiento adecuado, así como asegurar el bienestar de cada estudiante.

ASG

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