Beijing realizará pruebas diagnósticas de covid-19 a la mayoría de sus 21 millones de habitantes, anunciaron las autoridades, en un momento en que un nuevo brote desencadenó compras de alimentos en grandes cantidades ante la preocupación de que se ordene un confinamiento similar al de Shanghái.
La capital china comenzó las pruebas diagnósticas a gran escala en uno de sus 16 distritos, en el que se han detectado la mayoría de las nuevas infecciones. La ciudad también impuso confinamientos en una de sus secciones y en ciertos edificios residenciales. Horas más tarde, funcionarios de salud informaron que las pruebas diagnósticas se expandirían el martes hacia el resto de los distritos, con la excepción de cinco ubicados en la periferia.
Aunque sólo se han detectado 70 casos desde que surgió el brote el viernes, las autoridades han implementado medidas estrictas en apego a la postura "cero covid-19" del país para intentar prevenir una mayor propagación del virus. El responsable de sanidad municipal, Xu Hejian, dijo el lunes que la expansión del virus en Beijing estaba "dentro del margen de control".
Pero las autoridades de Beijing quieren evitar un brote fuera de control y han instado a los compañías a permitir el trabajo a distancia, han cerrado numerosos edificios con casos y han suspendido el turismo en grupo antes de la fiesta nacional del 1 de mayo. Además, las autoridades pidieron a los residentes de la capital a no dejar la ciudad para esta festividad salvo que sea necesario.
Algunos de los residentes trabajaron desde casa y muchos se abastecieron de alimentos en prevención a la posibilidad de que enfrenten un confinamiento, como ha ocurrido en varias ciudades, incluyendo Shanghái.
Las ciudades de Anyang, en el centro del país, y Dandong, en la frontera con Corea del Norte, son las más recientes en enfrentar confinamientos ante la propagación de la variante ómicron a través del país de mil 400 millones de habitantes.
Shanghái, que ha estado bajo confinamiento más de dos semanas, reportó más de 19 mil nuevas infecciones y 51 fallecimientos en las últimas 24 horas, con lo que el total de decesos durante el brote actual se elevó a 138.
Los residentes de Beijing compraron grandes cantidades de arroz, fideos, vegetales y otros alimentos en supermercados en los que la gente hacía largas filas y los trabajadores reabastecían rápidamente algunos anaqueles vacíos. Los medios de comunicación estatales reportaron que aún hay abundantes comestibles a pesar de la oleada de compras.
Los consumidores lucían preocupados pero no en pánico. Una mujer, que cargaba dos bolsas con vegetales, huevos y dumplings congelados, dijo que estaba comprando poco más de lo habitual. Un hombre dijo que no estaba preocupado, sino que sólo actuaba con cautela debido a que tiene una hija de 2 años.
Las autoridades de salud de Beijing señalaron que identificaron 29 nuevas infecciones en las últimas 24 horas hasta las 4 de la tarde del lunes, con lo que ya suman 70 desde el viernes.
La ciudad ha ordenado aplicar pruebas diagnósticas a gran escala en el extenso distrito de Chaoyang, donde se han detectado 46 casos. Los 3.5 millones de residentes de esa localidad, al igual que personas que trabajan en el distrito, deberán someterse a análisis diagnósticos el lunes, miércoles y viernes.
El cribado masivo decretado en esa localidad provocó desde el domingo escenas de pánico en los supermercados, con residentes llenando carros enteros de comida mientras los medios estatales aseguraban que había provisiones de sobra.
El distrito más poblado de la capital fue el primer en implementar un testeo masivo a su población el lunes, dejando imágenes de interminables colas de habitantes haciendo cola para someterse a una prueba PCR. Once otros distritos, que suponen casi toda la población restante de Beijing, comenzaron el martes a realizar pruebas a sus residentes.
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