Lee Man-hee, el anciano de 88 años y líder de la secta cristiana Iglesia de Jesús de Shincheonji de Corea del Sur, fue detenido este sábado como parte de una investigación en que se le acusa de obstruir los esfuerzos para contener la propagación del coronavirus cuando el grupo religioso se convirtió en el epicentro del brote en el país durante febrero y marzo en que miles de feligreses resultaron infectados.
Un tribunal de Suwon, ciudad al sur de Seúl, emitió la orden de arresto contra Lee por considerar que remitió a las autoridades sanitarias documentos falsos sobre el número de participantes en las distintas ceremonias religiosas celebradas por la secta. La corte distrital accedió al pedido de la fiscalía de arrestar a Lee ante la posibilidad de que altere pruebas.
Lee y su iglesia han rechazado las acusaciones. Dicen que cooperan con las autoridades sanitarias, y la vocera Kim Young-eun aseguró que harán todo lo posible “para demostrar claramente la verdad en el tribunal”.
También se le acusa de malversar unos 5 mil 600 millones de wones (unos 4.6 millones de dólares) en fondos del grupo y de organizar eventos religiosos sin autorización entre 2015 y 2019, informó la agencia de noticias surcoreana Yonhap.
La corte ha considerado en un escrito que varios de los cargos han quedado "comprobados" y que existe riesgo de que Lee destruya pruebas que justifican su detención. El líder fue detenido el sábado "después de que el tribunal del distrito Suwon autorizara la orden de detención a las 01:20 horas locales", indicó un vocero del tribunal.
En julio, otros siete altos representantes de la secta fueron también acusados de obstruir las investigaciones de las autoridades sanitarias y tres de ellos permanecen detenidos.
Unos 4 mil fieles de Shincheonji, principalmente de la ciudad de Daegu, a unos 230 kilómetros al sureste de Seúl, resultaron infectados con el coronavirus y se convirtieron en el origen de un brote que ha sumado más de 5 mil infecciones en total. Hasta el día de hoy esa cifra aún supone más de un tercio del total de contagiados en Corea del Sur, donde se han contabilizado 14 mil 305 hasta el momento.
El culto cristiano fundado por Lee en 1984 cuenta en general con una mala imagen pública entre los surcoreanos. Los que mejor conocen al grupo lo consideran como una secta muy destructiva por el efecto que tiene en muchos de sus miembros, que tienden a cortar todo lazo con amigos y familiares, y el secretismo que rodea muchas de sus actividades, incluidas sus maniobras para captar nuevos fieles.
dmr