El presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, pidió que desde el gobierno se considere imponer la prohibición formal del consumo de carne de perro en el país, esto mientras informaba sobre el plan del gobierno para mejorar el sistema para cuidar de las mascotas abandonadas.
"¿No ha llegado el momento de considerar prudentemente prohibir el consumo de carne de perro?" aseguró el mandatario frente al primer ministro Kim Boo-kyum durante su sesión semanal de consulta política, según el vocero de la Casa Azul —la sede del gobierno surcoreano—, Park Kyung-mee.
El vocero no proporcionó más detalles sobre las declaraciones del mandatario, según información recopilada por la agencia surcoreana Yonhap.
En los últimos años se ha cambiado la cultura sobre el consumo de carne canina en Corea del Sur, donde un gran número de personas vive con perros en casa, pero que en el país aún existen granjas para criarlos como alimento.
El presidente Moon Jae-un es un amante de los perros y vive con varios de ellos en el recinto presidencial. Sin embargo, la sociedad surcoreana aún está dividida sobre la ética del consumo de carne canina.
Jeon Jin-kyung, dirigente del colectivo de Defensores de los Derechos de los Animales de Corea del Sur, celebró las palabras del mandatario, asegurando que más que una tradición, es un abuso animal.
"Un número creciente de surcoreanos está considerando el consumo de carne de perro como una cuestión de abuso animal en lugar de una tradición".
Pero Cho Hwan-ro, quien representa a un grupo local de criadores de perros en Corea del Sur, afirmó que las personas también deberían tener libertad para elegir lo que comen.
"Los perros que se crían para el consumo pesan desde 35 kilogramos hasta 80 kilogramos. Son tipos de razas completamente distintivos criados en un ambiente diferente en comparación con las mascotas".
dmr