El grupo terrorista Estado Islámico (EI) reivindicó las explosiones que tuvieron lugar en la catedral de la ciudad de Jolo, en el sureste de Filipinas, en las que murieron 19 personas y 48 resultaron heridas.
En un comunicado emitido a través de las redes sociales y cuya autenticidad no pudo ser comprobada, los radicales aseguraron que 40 personas fallecieron y 180 fueron heridas en dos ataques suicidas contra "un templo de los cruzados" en la isla de Mindanao.
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La nota detalló que uno de los suicidas hizo explotar su chaleco de explosivos en la entrada de la iglesia donde estaban congregados los fieles cristianos y que otro se inmoló poco después en el aparcamiento de coches.
Asimismo, la filial del EI en el Este de Asia aseguró que entre las víctimas hay siete miembros de las fuerzas de seguridad.
Anteriormente, las autoridades locales informaron de la muerte de 19 personas y 48 heridos, la mayoría civiles que acudieron a la misa de la mañana, además de varios militares encargados de tareas de seguridad.
El secretario de Defensa filipino, Delfin Lorenzana, dijo que los heridos más graves fueron trasladados por aire al hospital de Zamboanga, mientras ha sido reforzado la seguridad en todos los lugares de culto de la zona.
El suceso tiene lugar días después del referendo para la creación de una región autónoma musulmana en el sur del país, bautizada Bangsamoro y concebida como solución pacífica a décadas de conflicto separatista provocado por radicales islamistas.
La provincia de Sulu -donde Jolo es la capital- votó en contra de integrarse en Bangsamoro, pero como forma parte de la Región Autónoma del Mindanao Musulmán (ARMM), con otras cuatro provincias, sus votos computan en bloque y pasarán a pertenecer a esa nueva entidad.
En Sulu tienen sus bastiones varios grupos yihadistas ligados al Estado Islámico, como Abu Sayyaf o el grupo Maute, responsables de sangrientos atentados en la región.
jamj