En febrero, Estados Unidos anunció que, en colaboración con las fuerzas somalíes, mató a cerca de 14 supuestos integrantes del Estado Islámico.

Según el Estado Islámico, el ataque fue contra los milicianos talibanes que se encontraban afuera del banco.

El presidente estadunidense confirmó que los ataques destruyeron las cuevas en las que vivián, y mataron a muchos terroristas.

Una bandera negra con letras blancas yace en el suelo enrollada detrás de una camioneta que un hombre arrojó contra una multitud en la calle Bourbon de Nueva Orleans.

En 2024, por lo menos hubo tres sospechosos detenidos por planear actividades terroristas.

Dos jóvenes, inspirados por EI y Al Qaeda, planearon un atentado en los conciertos de Taylor Swift en Viena. La policía austríaca frustró el ataque, encontrando materiales para fabricar bombas y confesiones de los implicados.

Un grupo de terroristas han amenazado algunos de los estadios que albergarán los partidos de cuartos de final de la Liga de Campeones de la UEFA.

El portavoz del Estado Islámico insta a atentados en Occidente y felicita los ataques en Moscú. Un mensaje controvertido que genera preocupación global y llama a la violencia contra judíos y cruzados.

Las autoridades neerlandesas han elevado el nivel de amenaza terrorista a 4 de 5 al considerar que el peligro del extremismo yihadista ha aumentado, sumándose a la amenaza del extremismo de derechas.

Al menos 40 civiles fallecieron el pasado fin de semana a manos de rebeldes ligados a Al Qaeda que trataban de tomar el control de una asediada localidad en el norte de Burkina Faso.