La mitad de los japoneses consultados en una encuesta publicada hoy se mostraron a favor de reformar el artículo pacifista de la Constitución japonesa, lo que muestra que la sociedad continúa dividida sobre la revisión que promueve el partido gobernante.
Un 50 por ciento de los 3 mil japoneses consultados por la agencia nipona Kyodo se manifestaron favorables a revisar el artículo 9 de la Constitución nacional, según el cual el país renuncia a la guerra como derecho soberano y al uso de la fuerza para resolver disputas internacionales.
Un 48 por ciento se mostró contrario a una eventual enmienda, que constituye una de las prioridades políticas el conservador Partido Liberal Democrático (PLD) del primer ministro Fumio Kishida con el objetivo de ampliar las competencias nacionales en materia de Defensa.
Las cifras son muy similares a las de una consulta realizada el año pasado en estas mismas fechas, con motivo del día memorial de la Constitución, que se celebra este martes, que mostraban un apoyo del 51 por ciento y un rechazo del 48 por ciento.
Los llamamientos desde el PLD a revisar la Constitución nacional se han intensificado recientemente a raíz del auge militar de China, de los continuos desafíos armamentísticos de Corea del Norte y de la invasión rusa de Ucrania.
Este mismo domingo Kishida señaló en una entrevista emitida por la cadena estatal NHK que la Constitución "puede tener carencias y elementos anticuados, tras estar en vigor durante 75 años", y mostró su esperanza por que haya "avances en las discusiones" para su revisión.
El PLD considera necesaria una "clarificación" de la renuncia a la guerra establecida en el artículo 9, así como de las competencias de las Fuerzas de Autodefensa, como se denomina a las tropas japonesas ya que la carta magna nacional prohíbe expresamente que el país pueda contar con ejército propio.
El actual marco legal fue aprobado durante la ocupación estadunidense de Japón tras la rendición nipona al término de la Segunda Guerra Mundial, entró en vigor en 1947 y desde entonces no ha sido revisado.
Para sacar adelante una reforma constitucional es necesario el respaldo de dos tercios en ambas cámaras del Parlamento nipón, una proporción a la que no llegaría por sí solo el partido gobernante, seguido de su ratificación a través de un referéndum nacional.
RM