Japón ejecutó a seis miembros de una secta apocalíptica que fueron sentenciados a muerte por diversos crímenes cometidos en la década de 1990, incluido el ataque con gas sarín contra el metro de Tokio, en el cual murieron 13 personas.
La ministra de Justicia Yoko Kamikawa dijo que los seis hombres fueron colgados por la mañana.
Trece miembros del grupo habían sido sentenciados a muerte. Los otros siete fueron ejecutados hace tres semanas, entre ellos Shoko Asahara, el líder de la secta.
La secta quería derrocar al gobierno y acopió armas químicas, biológicas y convencionales como preparación para un enfrentamiento apocalíptico. Su nombre, Aum Shinrikyo, significa Verdad Suprema.
El crimen más notorio del culto fue el ataque contra el metro en 1995, el cual causó lesiones a 6 mil personas y generó pánico en horas pico de la mañana.