Las llamadas para permitir la entrada de ayuda humanitaria de urgencia a la Franja de Gaza se multiplicaron este domingo, coincidiendo con la intensificación de los bombardeos y de las incursiones terrestres israelíes, en respuesta al ataque de Hamás hace tres semanas.
La ayuda humanitaria llega a cuentagotas en ese exiguo territorio palestino, donde Naciones Unidas advirtió que la situación es "cada vez más desesperada" y se está desmoronando el "orden público" tras el saqueo de sus centros.
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Manifestaciones en todo el mundo insisten en la necesidad de una tregua y de brindar ayuda a la población de Gaza.
Mientras que el presidente estadunidense Joe Biden planteó el tema en una conversación telefónica con el presidente de Egipto, Abdel Fatah al Sisi, en la que ambos líderes se comprometieron a acelerar significativamente la asistencia que ingresa a Gaza a partir de hoy.
Washington advirtió a Israel de "tomar todas las medidas posibles... para distinguir entre Hamás, los terroristas que son objetivos militares legítimos, y los civiles que no lo son".
Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, lamentó que "en lugar de una pausa humanitaria cruelmente necesaria... Israel haya intensificado sus operaciones militares".
La situación en Gaza, donde malviven más de 2 millones de personas en 362 km2, es "cada vez más desesperada", añadió Guterres desde Nepal.
"El mundo está siendo testigo de una catástrofe humanitaria que se desarrolla ante nuestros propios ojos", continuó el secretario general.
"Más de dos millones de personas, sin ningún lugar seguro al que acudir, están siendo privadas de lo esencial para vivir, alimentos, agua, refugio y atención médica, mientras son sometidas a un bombardeo incesante", dijo.
A su vez, el primer ministro británico, Rishi Sunak, y el presidente francés, Emmanuel Macron, insistieron en la necesidad de un "apoyo humanitario urgente en Gaza", destacó la oficina del primer ministro.
Ambos acordaron "trabajar juntos para hacer llegar alimentos, combustible, agua y medicinas a quienes más lo necesitan, y sacar a los ciudadanos extranjeros" del enclave, añadió.
"La guerra es siempre una derrota"
La guerra entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás se desató tras un ataque inédito de ese grupo contra territorio israelí el 7 de octubre, que dejó más de mil 400 muertos, la mayoría civiles.
En respuesta, el ejército israelí bombardea sin cesar la Franja de Gaza. El Ministerio de Salud del enclave, en manos de Hamás desde 2007, asegura que más de 8 mil palestinos murieron hasta ahora en esos bombardeos.
Desde la plaza San Pedro en el Vaticano, el papa Francisco reiteró ante 20 mil fieles su llamado a cesar los combates.
"Que se deje espacio para garantizar la ayuda humanitaria y que los rehenes sean liberados inmediatamente" de la Franja de Gaza, declaró el pontífice argentino".
"Que nadie renuncie a la posibilidad de detener las armas", añadió. "Decimos alto el fuego. Deténganse, la guerra es siempre una derrota, siempre", insistió.
En el 23º día del conflicto, Israel anunció aumentar el número de soldados presentes en el enclave, así como la magnitud de sus operaciones terrestres en el territorio palestino.
El primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre, lamentó el domingo la respuesta desproporcionada del ejército israelí en Gaza y describió la situación humanitaria como "catastrófica".
"El derecho internacional exige que (la reacción) debe ser proporcionada. Los civiles deben ser tenidos en cuenta y el derecho humanitario es muy claro al respecto. Creo que este límite se ha superado en gran medida", dijo en la radio pública NRK.
RM