Más de 150 incendios forestales continúan activos en el este de Australia un día después de la jornada de condiciones catastróficas y que amenazan con volver a repetirse hoy.
El Servicio Rural de Bomberos del estado suroriental de Nueva Gales del Sur, la región más afectada por estos fuegos, informó que 73 incendios continúan ardiendo, la mitad de ellos fuera de control. Por su parte, el departamento de emergencias del estado Queensland indicó que en esta región arden unos 80 incendios.
Las autoridades advierten del peligro de que la situación pueda empeorar en Queensland, al noreste del país, debido a los fuertes vientos que azotan la zona.
"Esto hace que las condiciones sean un desafío para los bomberos en tierra", apuntó Victoria Dodds, representante de la Oficina de Meteorología, quien informó que las tormentas eléctricas, el terreno seco y la falta de lluvia puedan complicar su control.
Los bomberos de Queensland ordenaron a los residentes de localidades como Noosa North Shore, Woodgate o Kinkuna, al norte de Brisbane, que abandonen el área por la cercanía de los incendios.
Por la tarde, un helicóptero se estrelló mientras ayudaba en las tareas de extinción en la localidad de Pechey, a unos 150 kilómetros al oeste de la ciudad de Brisbane, aunque el piloto sobrevivió al accidente.
"Los paramédicos están atendiendo a un paciente por heridas leves después de que un helicóptero aterrizó pesadamente", informó en Twitter el Servicio de Ambulancias de Queensland.
Hasta ahora, tres personas han perdido la vida y más de un centenar resultaron heridas. Los incendios han dañado alrededor de 300 edificios, según los datos aportados por el comisionado de los bomberos de Nueva Gales del Sur, Shane Fitzsimmons.
En Sídney, los servicios de emergencia lanzaron líquido retardante y que han teñido de rojo casas, carreteras y coches, entre otros objetos, en parte de los barrios de las afueras.
El actor australiano Russell Crowe publicó en las redes sociales el daño parcial provocado por los fuegos del martes en su vivienda de la localidad de Nana Glen, a unos 600 kilómetros al norte de Sídney.
Los servicios de bomberos se elevaron a más de 11 mil kilómetros cuadrados, una superficie similar a Jamaica, mientras en Queensland, el terreno calcinado es de mil 300 kilómetros cuadrados.
La temporada de incendios en Australia varía según la zona y las condiciones meteorológicas aunque generalmente se registran en el verano austral (entre los meses de diciembre a marzo).
En los últimos años, los incendios forestales en Australia han aumentado en intensidad y los expertos vinculan esta virulencia a los efectos del cambio climático.
LP