Australia completó este jueves el fin de su aislamiento internacional por la pandemia de covid-19 con la reapertura después de 697 días de Australia Occidental, el último estado que mantenía sus fronteras cerradas tras aplicar una de las políticas de contención del virus más estrictas del mundo.
La llegada de cientos de pasajeros a bordo de los dos primeros aviones al aeropuerto de Perth, capital de Australia Occidental, procedentes de Sídney y Singapur, se dieron en medio de escenas emotivas llenas de júbilo, abrazos y lágrimas.
"No puedo creer que esté aquí", dijo una madre a la cadena ABC al recibir a su hija a la que no había visto por casi dos años debido al cierre de fronteras decretado el 5 de abril para blindar la región contra covid-19 por el gobierno de Australia Occidental, que fue el más estricto del país oceánico.
Hoy se prevé la llegada de unas cinco mil personas en 22 vuelos domésticos y cinco internacionales a Australia Occidental, quienes deberán tener dos dosis de la vacuna contra covid-19 en el caso de provenir del extranjero y tres en el caso de realizar un desplazamiento doméstico.
Además, todos los pasajeros deben rellenar un formulario de viaje y someterse a una prueba de antígenos a las 12 horas de su llegada y reportar a las autoridades si tiene un resultado positivo, mientras que los australianos no vacunados que retornan a esta región deberán someterse a una cuarentena obligatoria de siete días.
La reapertura de Australia Occidental, que se da casi cuatro meses después de que el país comenzó a reabrir paulatinamente sus fronteras el 1 de noviembre, se iba a producir el 5 de febrero, pero la irrupción de la variante ómicron retrasó los planes.
Jefe regional defiende política contra covid
La férrea política aplicada por el gobierno de Australia Occidental fue duramente criticada por regiones más ávidas a la vuelta a la nueva normalidad como la de Nueva Gales del Sur, así como el Ejecutivo de Camberra, además del sector empresarial.
Sus detractores consideraban que se fragmentaba el país, causaba frustración entre las familias, los pasajeros y las empresas, así como retrasaba el despegue económico, pero el jefe regional, Mark McGowan argumentaba que así protegía a sus 2.5 millones de pobladores del covid-19.
En Facebook, defendió las medidas al señalar que lograron algunos de los mejores resultados económicos y de salud del mundo.
"Los australianos occidentales vivieron vidas que habrían sido inimaginables en cualquier otro lugar del mundo, sin miedo al covid-19, especialmente los ancianos y los inmunocomprometidos", aseguró."A pesar de su éxito, algunos intentaron derribar la frontera, por lo que la defendimos hasta el Tribunal Superior", recordó McGowan.
Australia acumula casi 3.3 millones de infecciones de covid-19 desde el inicio de la pandemia, de los cuales más de 19 mil 500 reportados este jueves, además de más de 5 mil 300 fallecidos, mientras que un 95 por ciento de la población mayor de 16 años tiene dos dosis de la vacuna contra la covid-19 y un 80 por ciento la de refuerzo.
A la par de la relajación de medidas en Australia, su primer ministro,
Scott Morrison, anunció que dio positivo al coronavirus, pero continuaría sus labores en aislamiento.
“Estoy experimentando síntomas similares a los de influenza y me estaré recuperando a los largo de la próxima semana”, dijo Morrison en un comunicado.
Informó que continuará trabajando, concentrado en las respuestas del gobierno a la guerra en Ucrania y a las devastadoras inundaciones en la costa este de Australia. Permanecerá aislado en su residencia oficial en Sydney.
JLMR