La tormenta tropical Barry sigue azotando el estado de Luisiana, en Estados Unidos, y a pesar de debilitarse genera advertencias de fuertes lluvias y la posibilidad de tornados.
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Tras un breve periodo como el primer huracán de la temporada del Atlántico, Barry volvió a ser tormenta tropical al tocar la costa de Luisiana el sábado y se espera que se debilite aún más durante este domingo.
La tormenta tuvo un fuerte impacto al moverse tierra adentro, aunque con pocos indicios de inundaciones generalizadas.
Vuelos entrantes y salientes del aeropuerto de Nueva Orleans, la principal ciudad del estado, cancelados desde el sábado, se reanudaron hoy.
Miles de personas abandonaron sus casas, decenas de miles quedaron sin energía eléctrica y los primeros equipos de ayuda están listos para entrar en acción.
Los temores de que el sistema de diques en Nueva Orleans pudiera verse afectado por las lluvias disminuyeron después de que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército expresara su confianza de que resistiría, aunque la alcaldesa LaToya Cantrell llamó a los residentes a no confiarse.
"Aún no estamos fuera de peligro", dijo, al agregar que el domingo podrían ocurrir inundaciones repentinas.
En Twitter, el presidente Donald Trump advirtió del riesgo de "importantes inundaciones en grandes partes de Luisiana y todo a lo largo de la costa del Golfo".
"¡Por favor tengan mucho cuidado!", advirtió.
A las 8:00 horas local, la tormenta registraba vientos de 72 kilómetros por hora y se localizaba al sureste de Shreveport, al oeste de Luisiana, avanzando en dirección norte a casi 10 kilómetros por hora, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés).
"El pronóstico para Barry es que se debilitará hasta llegar hoy más tarde a depresión tropical", dijo la NHC.
Pete Gaynor, administrador actuante de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) dijo a Fox News que "todavía existen condiciones de riesgo de vida". "La amenaza está en la lluvia", agregó.
El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, dijo en conferencia de prensa que habló con Trump sobre el impacto de la tormenta y le agradeció su apoyo y haber aprobado un pedido de ayuda para el estado.
El pronóstico de posibles tornados se mantiene en partes de Luisiana, Misisipi, el oeste de Alabama y el este de Arkansas, dijo el NHC.
Los niveles de lluvia esperados bajaron a estimaciones de entre 15 y 30 cm en el centro-sur de Luisiana, pero los ríos y canales de la región sur del estado ya están al límite.
nma