El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, le pidió este jueves al ex presidente y líder republicano, Donald Trump, que trabaje a su lado para conseguir apoyo suficiente en el Congreso a un acuerdo migratorio que se hundió en el Senado ante el rechazo de los opositores.
Durante una visita a la ciudad fronteriza de Brownsville, al sur de Texas, Biden insistió en la "necesidad" de que el legislativo apruebe un proyecto de ley, pactado por un grupo bipartidista de legisladores, que incluye financiación para las autoridades migratorias, al igual que restricciones al derecho al asilo y ayuda para Ucrania e Israel.
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"Esto es lo que le digo al señor Trump: únase a mí o me uno yo a usted para que digamos al Congreso que apruebe el proyecto bipartidista de seguridad fronteriza", señaló el mandatario, tras haberse reunido con miembros de la Patrulla Fronteriza y autoridades migratorias.
El demócrata, quien aspira la candidatura de su partido para las presidenciales de noviembre, aseguró que los funcionarios con los que habló le comunicaron que necesitan más apoyo económico.
"Necesitan desesperadamente más recursos, necesitan más agentes, más oficiales, más jueces, más equipo para asegurar nuestra frontera", destacó.
El polémico acuerdo, que nació tras largas negociaciones en las que participaron funcionarios de la Casa Blanca, fue bloqueado por la bancada republicana del Senado a inicios de febrero.
El proyecto mezclaba la ayuda a Ucrania e Israel, las dos principales prioridades de política exterior del gobierno de Biden, con la cuestión de la frontera, un asunto espinoso en año electoral.
La migración a través de la frontera con México, que ha alcanzado cifra récord en el último año, se ha convertido en un tema central de campaña tanto para Biden como para Trump, quien se posiciona ya como el favorito para la candidatura de su partido.
Joe Biden y Donald Trump marcaron sus posiciones sobre la crisis en la frontera; pero mientras el demócrata hizo una inesperada invitación a trabajar “juntos” para resolver el rompecabezas migratorio, el republicano comparó la situación en la línea limítrofe con México con una zona de “guerra”.
Con mensajes antagónicos, Biden supervisó los operativos federales contra la inmigración y el tráfico de fentanilo, mientras que Trump se apersonó en el cuartel de la Guardia Nacional de Texas en el Parque Shelby en Eagle Pass, donde por órdenes del gobernador, también republicano, Greg Abbott, se mantiene bloqueado el acceso a la Patrulla Fronteriza en la zona contigua a México.
“Lo que han estado haciendo (en Texas) es increíble… Es una operación militar… Es como una guerra”, declaró Trump, visiblemente entusiasmado, después de que Abbott y el jefe de la Guardia Nacional estatal, general Thomas Suelzer, lo acompañaron en un recorrido que abarco al alambrado con púas, militares armados y las polémicas boyas flotantes a lo largo del Río Bravo de contención migratoria.
Las negociaciones en el Senado fueron un reflejo de la dificultad de avanzar en cuestiones que toquen la migración antes de unas elecciones: los republicanos rechazaron el acuerdo a pesar de que incluía las mayores restricciones migratorias en décadas.
Trump se posicionó públicamente en contra de este acuerdo y a su vez, según informaron medios estadunidenses, llamó personalmente a algunos legisladores para presionarlos a votar en contra.
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Trump culpa a Biden del asesinato de Laken Riley
Trump culpó al gobierno de Biden por el asesinato de la estudiante de la Universidad de Georgia, muerta el 22 de febrero, por la cual está bajo custodia el indocumentado venezolano José Ibarra, y que ha sido en estos días el centro del debate electoral.
“Estados Unidos está siendo invadido por el crimen migratorio de Biden”, dijo Trump. “Es una nueva forma de violación cruel a nuestro país”.
Más al sur de Texas, a 523 kilómetros de distancia en Brownsville, el tono del mensaje del presidente Biden fue diametralmente opuesto.
Aunque lamentó que los conservadores torpedearan la iniciativa de Ley Migratoria pactada entre senadores demócratas y republicanos, extendió un ramo de olivo no solo a la bancada oponente en el Congreso, sino personalmente a Trump.
“En lugar de jugar a la política con el tema, ¿por qué no trabajamos juntos? Recuerde para quien trabajamos: para el pueblo estadunidense, no para el Partido Demócrata o para el Republicano”, señaló Biden dirigiéndose al ex mandatario.
No a Ley Antimigrante
En coincidencia con la visita de los aspirantes presidenciales, el juez federal David Extra puso en suspenso temporalmente la polémica iniciativa antiinmigrante ley SB4, impulsada por Abbott, que otorga al Departamento de Seguridad Pública de Texas la facultad de detener y deportar a México a personas con “apariencia de indocumentada”.
La administración Biden demandó en enero a Abbott luego que el gobernador republicano se negara a acatar la exigencia de suspender la inminente aplicación de la ley, prevista para el 5 de marzo.
Expertos coinciden que Abbott busca que el caso llegue a la Suprema Corte de Justicia der EU con la expectativa de que los magistrados conservadores validen la política de “autodefensa” de Texas.
HCM