El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, convocó a una reunión virtual de líderes del G7, prevista para la próxima semana, con el fin de llamar a la acción para garantizar la distribución equitativa de las vacunas contra coronavirus y prevenir futuras pandemias.
"La reunión de los líderes de las naciones ricas del Grupo de los Siete es la primera desde abril del año pasado y será el primer compromiso multilateral importante de Joe Biden como presidente de Estados Unidos", dijo Downing Street.
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“Las soluciones a los desafíos que enfrentamos, desde la colosal misión de llevar vacunas a todos los países hasta la lucha para revertir el daño causado a nuestros ecosistemas y liderar una recuperación sostenible del coronavirus, se encuentran en las discusiones que tenemos con nuestros amigos y socios en todo el mundo ”, dijo Johnson.
Johnson pedirá al G7 que trabaje en un enfoque global para las pandemias, como el diseño de un sistema de alerta temprana, que pondría fin a “las políticas nacionalistas y divisivas que empañaron la respuesta inicial al coronavirus”, dijo su oficina.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que una política de "yo primero" hacia las vacunas de las naciones ricas podría dejar en riesgo a los más pobres y vulnerables, al tiempo que permitiría una situación en la que el virus podría continuar propagándose y mutando.
El propio Reino Unido se ha visto envuelto en una disputa entre la Unión Europea (UE) y la farmacéutica AstraZeneca por el suministro de vacunas, lo que casi llevó al bloque a imponer medidas de emergencia para evitar las exportaciones de inyecciones al Reino Unido a través de Irlanda del Norte.
“Los grandes avances científicos nos han dado las vacunas que necesitamos para acabar con esta pandemia para siempre”, dijo Johnson en un comunicado. “Ahora los gobiernos del mundo tienen la responsabilidad de trabajar juntos para hacer el mejor uso posible de esas vacunas”.
En junio, Johnson será anfitrion de la primera cumbre en persona de los líderes del G7 en casi dos años, en un pueblo costero en Cornualles, en el suroeste de Inglaterra, que se centrará en la reconstrucción de la pandemia y el cambio climático, una de las principales prioridades para Gran Bretaña antes de la conferencia COP26 que debe albergar en noviembre.
AESC