Tras el ataque a la sede del Congreso, el Tribunal Supremo de Brasil y el Palacio de Planalto, grupos bolsonaristas convocaron a una nueva manifestación este miércoles; sin embargo, las calles estuvieron vacías ante las advertencias de las autoridades.
Las autoridades advirtieron que se tomarían acciones legales contra quienes sigan promoviendo un golpe de Estado a través de manifestaciones en las principales ciudades del país.
La avenida Paulista de Sao Paulo y la playa de Copacabana de Río de Janeiro estaban prácticamente vacías y sin señales de simpatizantes del ex presidente Bolsonaro.
Por otra parte, la Explanada de los Ministerios en Brasilia tuvo la presencia de dos bolsonaristas; ambos se sentaron en el suelo frente a los numerosos camiones blindados de la Policía.
Las convocatorias se dispersaron a través de redes sociales donde se llamaba a una "megamanifestación" por la "retomada del poder".
El magistrado de la Corte Suprema Alexandre de Moraes ordenó a las autoridades de todo Brasil impedir el bloqueo de cualquier vía, carretera o acceso a entidades públicas y arrestar a quien intente alguna de estas acciones.
En los últimos días, Moreaes también ordenó la suspensión del gobernador de Brasilia, Ibaneis Rocha, de su cargo por 90 días y destituyó y ordenó la detención de Anderson Torres, ex secretario de seguridad publica de Brasilia, donde sucedieron los atentados.
En otras capitales brasileñas se repitió el mismo escenario: calles vacías, ningún manifestante, una nutrida presencia de periodistas y un gran despliegue de las fuerzas de seguridad.
La convocatoria circuló desde la noche del martes en grupos de bolsonaristas en las redes sociales, que pretendían otra manifestación.
Por otra parte, en grupos que no habían sido bloqueados, usuarios advirtieron que la convocatoria de manifestaciones se trataba de una "trampa" para arrestar a los extremistas, quienes se autodenominan "patriotas".
aag