Los caballos que caminan libres por los acantilados en Gower, Swansea, se sienten abrumados por las personas que buscan una foto, lo que ha provocado algunas muertes.
La familia de granjero Nicky Beynon ha cuidado ponis por generaciones, pero después de que tres de ellos murieran el año pasado por colisiones de autos y otros por acoso de los turistas, se cuestionan su futuro, según el diario BBC News.
Beynon de 60 años que cultiva en Llangennith y Rhossili, Reino Unido, explicó que sus potros se sienten hostigados por los visitantes que buscan tocarlos o timarse una fotografía de cerca.
"Todos quieren tomar una fotografía, pero no se dan cuenta de lo que están haciendo, la cantidad de estrés que están poniendo en el animal", dijo Beynon.
Muerte de un poni recién nacido
El agricultor contó que una yegua dio a luz a un poni "a un par de cientos de metros" del borde de un acantilado mientras turistas se aglomeraban para captar el momento y la obligó a acercarse al borde cada vez más.
"El recién nacido se tambaleaba hasta poner se de pie, tratando de aprender a poner se de pie y se tropieza con el borde. La yegua que perdió a su potro en el acantilado es una yegua bastante aguda y sensible", dijo. "El potro había pasado aproximadamente media hora antes de que la encontrara y se estaba volviendo balística".
"Ella sabía que el potro acababa de desaparecer".
Beynon tuvo que llevar a sus caballos a casa después del incidente y ahí pudieran tener a sus crías de manera segura.
Ante la muerte de los potros, la organización benéfica de conservación National Trust ha pedido a las personas que se adhieran al código rural para disfrutar de los espacios exteriores.
Asimismo, la Institución Nacional de Vigilancia Costera, con sede en el acantilado, emite advertencias diarias para que los visitantes se mantengan alejados de lo ponis.
LG