Hombre buscará atravesar el Atlántico desde Canadá en barco de un metro de largo

Andrew Bedwell recorrerá más de 3 mil kilómetros, en tan solo tres meses, desde Canadá hacia Inglaterra.

Andrew partirá de Canada en mayo del 2023. | Facebook Andrew Bedwell
Reino Unido /

Andrew Bedwell, un hombre de 48 años, decidió realizar un desafío real antes de tener una crisis de la mediana edad, por lo que intentará cruzar un tramo del océano Atlántico en uno de los barcos más pequeños del mundo, que mide tan solo un metro de largo, totalmente solo.

De acuerdo con el periódico Daily Mail, Andrew partirá en mayo del 2023 desde Saint Johns, en Newfoundland, Canadá, para recorrer en tres meses un total de mil 900 millas y terminar su viaje en Lizard Point, Cornwall, en Inglaterra.

​Andrew explicó que decidió hacer este desafío para llegar a los 50 años con un logro "real, importante y grande".

"Quiero completar un desafío real antes de los 50 años. Un desafío físico adecuado. Sé que tengo que hacerlo, algo real, importante y grande", dijo.

No obstante, indicó que el pequeño barco le causa claustrofobia y teme ser arrojado por las olas gigantes de una tormenta o ser atacado por ballenas no muy amigables.

"Todo parece una locura total, incluso antes de que suba a bordo y vea lo diminuto que es. Sólo mido 1.82 metros y es terriblemente claustrofóbico para mí", afirmó.

Destacó que incluso Red Bull, patrocinador de algunos de los desafíos más locos, rechazó la oportunidad de apoyarlo.

"Dijeron que era 'inspirador, pero loco Yo estaba realmente sorprendido", mencionó.

Andrew dijo que a pesar de los riesgos, también tiene en mente que de completar el desafío, sea incluido en el Museo Marítimo Nacional.

"No puedo pensar en una mejor manera de pasar mis 50 años que en el Museo Marítimo Nacional mientras Hugo me entrega el título", aseguró.

¿Cómo es el barco?

El barco de color naranja brillante cómicamente pequeño, de solo 1.4 metros de largo, se llama Big C y Andrew lo construyó en tres años. 

Está hecho de fibra de vidrio y espuma, pesa 600 kilogramos, puede viajar hasta 4.6 kilómetros por hora y parece la combinación de un carrito de supermercado y un contenedor.

Tracy, esposa de Andrew, lo apoya por completo; sin embargo, teme por su seguridad he incluso reconoció que le da miedo no volver a verlo con vida; sin embargo, Andrew se mantiene optimista y asegura que "todo estará bien".

¿Cómo dormirá?

La incomodidad será fuera de serie. Para empezar, no puede estirar las piernas ni acostarse correctamente para dormir, aunque Andrew comentó que sólo hará una siesta cada dos minutos durante todo el viaje. 

Además de que no hay una ducha, ni cama o almohada y tampoco baño o papel higiénico.

"¡Me tiraré por la borda del barco! ¿Algún jabón? No, no creo que me moleste, aunque podría intentar meter un cepillo de dientes", dice.

¿Qué comerá?

Su comida serán bolsitas de mil calorías (una al día) de papilla rica en proteínas que hará su esposa se empacarán en las paredes del barco.

Aunque todo suene loco, Andrew es un navegante muy experimentado, pues ha completado varias travesías del Atlántico, aunque en barcos más grandes e insiste en que ha pensado en todo para que el viaje sea lo más seguro posible.

Todos los requisitos marinos: radio VHF, plotter, un transpondedor AIS que envía un ping a otras embarcaciones para avisarles que está allí. Una brújula rodante. Dos timones, así que hay uno de repuesto. Dos velas. Dos de todo.

Incluso tiene un sombrero acolchado para evitar que lo noqueen y hay pequeños estantes para colocar sus brazos para que pueda prepararse en alta mar.


FLC


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