El canciller cubano, Bruno Rodríguez, acusó hoy al gobierno de Estados Unidos de ''tener responsabilidad” en las manifestaciones del domingo, durante las cuales fueron asaltados comercios, así como autos civiles y al menos una unidad móvil de la policía.
Hasta el momento, el gobierno no ha informado la cantidad de personas detenidas, pero el ministro dijo en conferencia de prensa que “hay una investigación en curso de personas pagadas por el gobierno de Estados Unidos que aprovechando la tensa situación en el país realizaron desórdenes, vandalismo y violencia” ese día.
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“El gobierno de Estados Unidos será responsable de las consecuencias (de sus presiones sobre el país) en cuanto a flujos migratorios incontrolados o a que se sitúen medios navales frente nuestras costas”, procedentes de la Florida para promover estampidas de cubanos, dijo el canciller en conferencia de prensa.
En la mañana de hoy, la Guardia Costera de la Florida llamó a cubanos radicados en ese estado del sur de Estados Unidos a que “no se hagan a la mar porque la travesía es peligrosa e implacable”.
Más de 30 mil cubanos se lanzaron a la mar en balsas y otras embarcaciones precarias en el verano de 1994, en medio de la fuerte crisis económica que vivó la isla por esa época.
A preguntas de la prensa, el canciller Rodríguez respondió que pese a la actual confrontación entre su país y Estados Unidos ambos “gobiernos mantienen comunicación diplomática y tengo la esperanza de que la actual administración actúe con sentido humanista”, en las actuales circunstancias de epidemia de covid-19 que vive la isla.
El ministro dijo además “que nuestro pueblo tiene derecho a defenderse”, al ser preguntado sobre acciones de represión policial en La Habana el domingo. Comentó también que “es cierto que ha habido violaciones limitadas, en las que se ha aplicado la ley con toda precaución humanitaria”.
La conferencia de Obispos de Cuba expresó hoy en un comunicado de prensa que “entendemos que el gobierno cubano tiene responsabilidades y ha tratado de tomar medidas para paliar las dificultades económicas del país, pero también comprendemos que el pueblo tiene derecho a manifestar sus necesidades, anhelo y esperanzas”,
“Nos preocupa que las respuestas a esos reclamos sea el inmovilismo; se camina hacia una rigidez que pudiera engendrar respuestas negativas con consecuencias impredecibles”, concluyó la institución católica.
KACY