Van 125 detenciones en EU a implicados en caos en el Capitolio

Un importante número de estos arrestos se han dado debido a que los sospechosos han publicado videos que los responsabiliza en los incidentes.

Jake Angeli es acusado de liderar la irrupción violenta en el Capitolio de Estados Unidos. (AFP)
Juan Alberto Vázquez
Estados Unidos /

Con el arresto del texano Garret Miller, ya van 125 las detenciones de quienes presuntamente participaron en los ataques al Congreso de los Estados Unidos el 6 de enero, mientras se desarrollaba la sesión para ratificar la victoria presidencial de Joe Biden, un un caos que generó más de 300 los procesos abiertos.

La mayor parte de los acusados lo están por “conspirar para cometer sedición”, cargo cuyas penas pueden alcanzar hasta 20 años de cárcel. Sin embargo, hay otros que suman acusaciones, como el caso de Miller, señalado además de amenazar de muerte a la representante Alejandra Ocasio-Cortez, luego de que el 6 de enero escribió por Twitter en la cuenta de la legisladora “asesinen a AOC”.

Abundan los ejemplos de cómo la mayoría de las pruebas de su participación en la violencia desatada fueron obtenidas por el FBI desde las propias redes sociales de los implicados. Por ejemplo, Andrew Ericson, de Muskogee, Oklahoma, está acusado de un delito federal tras grabarse en vivo en la red social Snapchat, ingresando en la oficina de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y tomándose una cerveza del refrigerador después.

Hay dos mujeres de Nueva Jersey que se autoincriminaron durante su participación en la fallida insurrección. Una de ellas, Melissa Suarez, una oficial penitenciaria, envió el mensaje “así es que hemos irrumpido en el Capitolio, jajaja”, que fue incluido en su denuncia penal.

Stephanie Hazelton, de ese mismo estado al noreste del país, fue capturada en un video tomado por la prensa dentro de un túnel del Capitolio ordenando a la turba que arremetieran contra la policía. Grabándose con su iPhone rosa, arengaba: “¡Necesitamos más hombres, sigan adelante, sigan empujando, hombres!”.

Uno de los personajes más notorios en la jornada violenta en el Congreso es Jacob Chansley, conocido como Jake Angeli o 'Q Shaman', y quien acudió a la sede legislativa con cuernos y vestido con pieles como si fuera un vikingo. Él escribió una nota en el escritorio del ex vicepresidente Mike Pence que “es sólo cuestión de tiempo, la justicia viene”, mientras era grabado por sus compañeros que luego lo subieron a las redes. Su abogado Albert Watkins, dijo en la semana que al no perdonar a su cliente, "Donald Trump los había traicionado”.

Para apurar el esfuerzo de las detenciones, el FBI ha colocado en casi todas las estaciones de autobuses urbanos en la ciudad de Washington, fotos de los implicados que aún permanecen prófugos. En muchos casos ofrece recompensas a los ciudadanos que cooperen en el esfuerzo.

Por cierto, el miércoles 20 de enero, día de la toma de protesta de Joe Biden y Kamala Harris, alrededor de 25 mil miembros de la Guardia Nacional, convirtieron la zona del National Mall de la capital estadunidense en un bunker, ante el temor de que seguidores del ex presidente Trump intentaran un nuevo asalto a las instituciones democráticas.

El control de seguridad continúa en Washington

Hasta hoy, muchas de las vallas levantadas para inhibir los intentos de los alborotadores habían sido retiradas, y miles de militares devueltos a sus lugares de origen. Sin embargo, permanecerán en la capital y hasta mediados de marzo, cerca de 7 mil uniformados, que resguardarán la zona durante el tiempo que se realice el juicio político en contra de Donald Trump, programado para iniciar el lunes 8 de febrero.

Mientras tanto, el FBI continuará con las detenciones, quedando aún casi 200 pendientes, las cuales además buscan inhibir los intentos de grupos de autoderecha por reagruparse y mantener un movimiento que busque un enfrentamiento permanente con el régimen de Joe Biden, bajo el argumento de que éste último “se robó las elecciones”.

OMZI

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