George Pell, el Cardenal de confianza del Papa Francisco que fue acusado de pederastia

George Pell era el tercer hombre más cercano al Pontífice, hasta que una acusación por abuso de menores tumbó su reputación y su cargo en el Vaticano.

George Pell era el tercer hombre más cercano al Pontífice, hasta que una acusación por abuso de menores tumbó su reputación y su cargo en el Vaticano.
Alejandra Sigala
Ciudad de México /

El Cardenal George Pell pasó de ser un personaje clave de la reforma económica del Papa Francisco a convertirse en el primer clérigo de mayor rango en la Iglesia católica condenado por un delito de pederastia.

Pell nació en 1941 en Ballarat, Australia, pero ejerció como sacerdote y posteriormente arzobispo en Melbourne, donde, según los señalamientos, habría cometido una serie de abusos sexuales contra menores. Pero no fue hasta el 2017 que las acusaciones salieron a la luz.

El hombre de confianza de Francisco

Según los relatos, la visión del Papa Francisco de  reformar económicamente a la  Santa Sede lo catapultó a convertirse en el sucesor de Benedicto XVI .

Entre sus primeras acciones, en febrero de 2014 el argentino designó a George Pell como titular de la entonces recién creada Secretaría de Asuntos Económicos para el control y vigilancia financiera de los entes de gobierno.

El Papa Francisco afirmó que la reforma económica era una "necesidad de hace años" en la Iglesia | AP

Dentro del Colegio Cardinalicio, Geoge Pell era conocido como un líder disciplinado y con i deas estrictamente conservadoras sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo, el aborto y los métodos anticonceptivos. Incluso fue considerado papable en el cónclave  del 2013, en el que finalmente salió electo Bergoglio.

Ya en su gestión como ministro de la Secretaría de Economía informó de los cientos de millones de euros olvidados en cuentas bancarias del Vaticano que fueron descubiertos tras llevarse a cabo una auditoría por órdenes del Papa Francisco.

"Hemos descubierto que la situación (financiera) era mucho más sana de lo que parecía", declaró Pell a la revista Catholic Herald. "No se trata de fondos ilegales (…) sino de fondos que no aparecían en los balances oficiales de la Santa Sede", aunó por su parte el portavoz Federico Lombardi.
El Cardenal George Pell fue uno de los perfiles más fuertes en el cónclave del 2013.

El 'estrellato' que se hizo como tesorero de la Santa Sede comenzó a decaer a inicios del 2016, tras ser involucrado en la investigación que la Comisión Real de la Respuesta del Estado al Abuso de Menores en Australia emprendió por el abuso sexual infantil ocurrido en Ballarat; ciudad natal de Pell.

Encubrimiento de pederastas en Australia

Con la biblia en la mano y a través de una videollamada, el encargado de las finanzas del Vaticano fue convocado al tercer día de comparecencias que la Comisión organizó para investigar la respuesta de las autoridades ante las acusaciones de abusos infantiles en el seno de la Iglesia católica australiana.

Así, y tras jurar honestidad con la Biblia en la mano, el Cardenal fue cuestionado por cuatro horas sobre si sabía o no de los sacerdotes que abusaban de menores en la diócesis de Ballarat— donde él ejercía como consejero del obispo— durante los años 1970 y 1980.

La investigación también 'salpicó' a George Pell debido que a inicios de los 70 's convivió en un seminario con el sacerdote Gerald Ridsdale, acusado de más de 130 delitos contra niños en su ejercicio como capellán en la escuela St. Alipius.

Y si bien el cardenal admitió escuchar "referencias fugaces" y rumores de "excentricidades" de algunos instructores en las escuelas católicas, negó tener conocimiento de los actos de pederastia. Incluso criticó al ex obispo Ronald Mulkearns por apoyar a Ridsdale para ser trasladado de una parroquia a otra en lugar de denunciarlo a la Policía.

“Había un mundo de crímenes y encubrimientos. La gente no quería que se perturbara el status quo”, admitió el Cardenal.
La Comisión investigó los actuares de varias instituciones australianas ante los casos de abuso sexual infantil| Shutterstock

Además de las acusaciones contra Ridsdale, el tesorero también declaró por los casos de pederastia ocurridos cuando él ejercía como Obispo auxiliar en la archidiócesis de Melbourne. En específico sobre el sacerdote Peter Searson acusado no sólo de abusar a menores de edad, también de amenazar a sus feligreses y apuñalar a un pájaro con un destornillador frente a varios niños.

En sus respuestas Pell lo calificó como "uno de los curas más desagradables" que había conocido, pero negó haber recibido alguna queja de los niños por malos tratos o abusos de Searson.

El único caso donde el australiano recuerda haber tomado cartas en el asunto fue aquel donde denunció a un sacerdote— cuya identidad no reveló—, el cual fue desestimado por el Arzobispo porque "las pruebas no eran suficientes".

Las comparecencias de Pell culminaron tras reunirse en Roma con las víctimas de los abusos, donde se comprometió a "intentar que las cosas mejoren" dentro de la Iglesia. La crisis parecía superada, pero el avance de las investigaciones terminó de tambalear su posición en el Vaticano.

La condena y redención de Pell

En junio del 2017, George Pell pasó de ser señalado como un presunto encubridor de pederastas a un presunto abusador de menores. En conferencia de prensa el Cardenal calificó las acusaciones como un acto de difamación y se declaró inocente: "Cualquier idea de abusos sexuales me resulta aborrecible", aseveró.

Ante la situación, y tras sostener varias reuniones con el Papa Francisco, el Cardenal obtuvo permiso para trasladarse del Vaticano a Australia y "limpiar su nombre" en un juicio que no tuvo fallo hasta diciembre del 2018.

El cardenal australiano, George Pell, negó las acusaciones en su contra por abuso de menores | EFE

Una 'superorden judicial' protege los detalles del proceso que Pell enfrentó en el Tribunal del Condado del Estado de Victoria. Sin embargo, la escasa información refiere que en los años 90 el australiano habría abusado sexualmente a dos monaguillos de 13 años en la catedral de St. Patrick, en Melbourne, cuyas identidades no fueron reveladas y únicamente se conoce que uno de ellos ya falleció.

Los argumentos del Cardenal no convencieron al jurado y, luego de tres días de deliberaciones, se le declaró culpable de cinco cargos: uno por penetración y otros cuatro por actos indecentes contra menores.

Inicialmente la sentencia se estimaba de aproximadamente 50 años de cárcel, pero en 2019 se le definió una condena de sólo seis años con posibilidad de libertad bajo fianza. Ante ello el Vaticano abrió una investigación canónica contra George Pell, mientras el Papa Francisco confirmó la suspensión de su ejercicio sacerdotal y la imposición de "medidas de precaución"— entre ellas, prohibir el contacto de cualquier tipo con menores—.

Sin embargo, al cabo de 13 meses de encierro en la cárcel Barwon, George Pell quedó en libertad luego de que el Tribunal Supremo de Australia anulara sus condenas, al encontrar inconsistencias en el testimonio del testigo.

“Siempre he mantenido mi inocencia mientras sufría una grave injusticia”, declaró el eclesiástico en su primer comunicado público de abril del 2020.

La decisión judicial tuvo reacciones encontradas: miembros de la Red de Sobrevivientes de los Abusados ​​por Sacerdotes se declararon “consternados y desconsolados” por el fallo, en tanto el Papa Francisco pidió en una homilía orar por aquellas personas enjuiciadas injustamente.

George Pell regresó al Vaticano tras su liberación, donde Francisco lo acogió y defendió públicamente. Incluso en una entrevista a ACI Prensa , del 2022, el argentino lo describió como “el genio” que rescató la economía del vaticano.

El Papa Francisco acogió a George Pell tras salir de la cárcel | Noticias del Vaticano

El australiano habitó en la Ciudad del Vaticano hasta sus 81 años luego de fallecer el 10 de enero de 2023 por complicaciones que operaron tras una operación de cambio de prótesis de cadera.

“Estoy muy agradecido (con el Papa Francisco). Siempre me apoyó en los momentos tan complicados por los que pasé”, fueron de las últimas declaraciones públicas del que alguna vez ostentó de ser el tercer hombre más cercano a Francisco.

ASG

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