Carles Puigdemont regresa a Cataluña, con riesgo de ser detenido

El ex presidente catalán, que declaró ilegalmente la independencia de la península, participa en las elecciones.

Carles Puigdemont huyó de España en 2017 tras declarar la independencia de Cataluña. | Especial
José Antonio López
Madrid /

Pese a que todo indica que será detenido para enfrentar el presunto delito de malversación que se le imputa, el ex presidente catalán Carles Puigdemont anunció su regreso a España para asistir mañana al pleno de investidura del socialista Salvador Illa, como presidente de Cataluña.

En un mensaje en la red social X, el también líder del partido Junts aseguró que, una vez se ha fijado el pleno y tal como él mismo había prometido, emprende el viaje de regreso para poder asistir al Parlamento catalán este jueves.

De confirmarse su regreso, Puigdemont volvería a Cataluña por primera vez desde el 27 de octubre de 2017, cuando se fugó a Bélgica para no ser encarcelado después de haber proclamado de forma ilegal la independencia de dicha región española.

Eso sí, advirtió a los cuerpos policiales que su muy probable detención será “arbitraria e ilegal”.

“El Parlamento de Cataluña convocó a todos los diputados al debate de investidura del próximo presidente de la Generalitat. Yo debo estar presente y quiero estar presente. Por eso he emprendido el viaje de retorno desde el exilio”, señaló Puigdemont en un video publicado en las redes sociales.

Así lo dijo:

Tras la aprobación de la Ley de Amnistía, el que fuera presidente de Cataluña y candidato de Junts a la reelección había dejado claro en distintas ocasiones su voluntad de regresar cuando se convocara el debate de investidura, aunque no fuera el suyo.

Sin embargo, a diferencia de otros dirigentes separatistas que han regresado a Cataluña, como Marta Rovira, Puigdemont no tiene todos los delitos amnistiados y debe ser juzgado por malversación. En las próximas horas el juez Pablo Llarena tendrá que decidir si le envía a prisión provisional.

“En condiciones de normalidad democrática, que un diputado como yo anuncie su intención de asistir a la sesión sería innecesario e irrelevante, pero las nuestras no son condiciones de normalidad democrática”, señaló Puigdemont en su declaración.

En cualquier caso, su partido y la Asamblea Nacional Catalana convocaron ya a una manifestación a las puertas del Parlamento para dificultar el arresto del ex presidente catalán. La cita es este jueves a las nueve de la mañana, una hora antes del inicio del pleno de investidura de Illa.

En su mensaje, Puigdemont critica al Tribunal Supremo, afirmando que se niega a obedecer la amnistía que, advierte, “es de obligada aplicación”.

Según Puigdemont, este “desafío” se tiene que “contestar” y “confrontar”. “Por eso, he emprendido el viaje de retorno desde el exilio convencido de que no hay otro camino para la normalidad democrática que el fin de la represión política, un fin que está contemplado en la letra y en el espíritu de la Ley de Amnistía”, expresó.

“No podemos callar ante la actitud de rebeldía, de rebelión, en que se han bunquerizado algunos jueces del Supremo”, añadió. Y en un mensaje directo al Ejecutivo de Pedro Sánchez señaló: “No parece que en el gobierno español inquiete mucho, y me temo que al futuro gobierno de Cataluña la resultará igual de indiferente”.

Desde el 2017 Puigdemont no ha cruzado la frontera en ningún momento para evitar ser llevado frente a la justicia española que tanto ha evitado. Ahora ha decidido volver, después de prometerlo activamente, en un momento clave y con la intención de dar un golpe de efecto. Sus ex socios de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) están a punto de investir a un candidato socialista.

Sobre Puigdemont pesa una orden de detención por la única causa que le queda abierta: un delito de malversación después de que el Tribunal Supremo archivara el “caso Tsunami”, al decretar que una de las prórrogas del juez Manuel García Castellón fue ilegal.

Esta causa sustentaba acusaciones de terrorismo contra una decena de personas, entre ellas Puigdemont o la dirigente de ERC Marta Rovira. El delito de terrorismo tampoco es amnistiable y por eso, al ser retirado, Rovira pudo volver a Cataluña.

Los escenarios

Los Mossos d’Esquadra se tiene preparado el operativo ante el inminente regreso de Carles Puigdemont, pretenden evitar que llegue al Parlamento catalán y que el arresto se produzca con la “mayor discreción posible”.

Más de 165 agentes de la policía autonómica, de distintas comisarías de Cataluña y de la comisaría general de información, están prevenidos este miércoles y jueves tras el anuncio del retorno del líder de Junts.

Los máximos responsables del cuerpo policial mantienen constantes reuniones para analizar todos los detalles. Tanto Puigdemont como su defensa y su partido se han negado a colaborar en su arresto, como les habían pedido los Mossos.

El dispositivo se ha desplegado en varios puntos clave de las zonas, por los que Puigdemont podría acceder a España.

En caso de ser detenido todo apunta que pasará a disposición del juzgado responsable del lugar en el que se haya producido el arresto. Una vez ahí, el juez Llarena puede decidir mantenerlo en un calabozo catalán o bien ordenar su traslado a Madrid, para que quede en manos del Tribunal Supremo.

Cabe la posibilidad que el tribunal apunte al riesgo de fuga y envíe a Puigdemont a prisión hasta que declare ante un magistrado o hasta que el Tribunal Constitucional revoque la decisión de Llarena de no aplicarle la amnistía por el delito de malversación.

También existe la opción de que sea puesto rápidamente en libertad con una citación judicial, como le pasó a la ex eurodiputada Clara Ponsatí.

Si finalmente Puigdemont es detenido, lo más probable es que el pleno de investidura de mañana se cancele, como pidió Junts.

SNGZ

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