El rey Carlos III estaba en Kenia para un viaje de cuatro días, su primera visita de estado como monarca a un país de la Mancomunidad, que subrayaba su compromiso con una organización que ha sido clave para el prestigio y la influencia global de Reino Unido desde la II Guerra Mundial.
También era una visita llena de simbolismo porque la madre de Carlos, la fallecida Isabel II, supo que se había convertido en la monarca británica cuando visitaba una reserva de caza en el país del este de África en 1952.
El rey y la reina Camila aterrizaron en el aeropuerto internacional Jomo Kenyatta el lunes por la noche. La pareja fue recibida por el primer secretario del gobierno de Kenia y ministro de Exteriores Musalia Mudavadi y por el alto comisionado británico en Kenia, Neil Wigan.
El martes por la mañana, había prevista una ceremonia de bienvenida del presidente, William Ruto, en la Casa Estatal.
Durante la visita, Carlos reconocerá los “aspectos dolorosos” de la historia compartida de su nación con Kenia, que este año celebra el 60 aniversario de su independencia de Reino Unido. Los dos países han disfrutado de una relación estrecha desde la independencia, pese a la prolongada lucha contra el gobierno colonial, en ocasiones conocida como la Rebelión Mau Mau, en la que murieron miles de kenianos.
Las autoridades coloniales recurrieron a las ejecuciones y detenciones sin juicio en su intento de sofocar la insurrección, y miles de kenianos dijeron haber sufrido golpizas y agresiones sexuales de agentes del gobierno.
La Alta Comisión Británica indicó que Carlos “se reunirá con veteranos y dará su bendición a los esfuerzos de la Comisión de Tumbas de Guerra de la Mancomunidad de garantizar que los kenianos y africanos que respaldaron los esfuerzos británicos en las guerras mundiales son conmemorados adecuadamente”.
El tráfico era un poco lento el martes por la mañana en las principales carreteras hacia el distrito céntrico de negocios en la capital de Kenia, Nairobi. El gobernador encargado de la capital, Johnson Sakaja, dijo el lunes a la población que contara con “ligeras” complicaciones en el tránsito durante la estancia del rey.
Carlos también tiene previsto visitar el Parque Nacional Nairobi y reunirse con la activista medioambiental Wanjira Mathai, hija del fallecido nobel Wangari Maathai, para recalcar su compromiso con la protección medioambiental.
La familia real británica tiene antiguos lazos con África. En 1947, la futura reina prometió servir toda su vida a Reino Unido y la Mancomunidad en un discurso desde Sudáfrica en su 21er cumpleaños. Cinco años más tarde, Isabel y su esposo, el fallecido príncipe Felipe, visitaban el Parque Nacional de Aberdare en Kenia cuando supieron que el padre de Isabel había muerto y ella se había convertido en reina.