Testigo vincula negocios entre cártel de Sinaloa y las FARC

Marlon Marín, sobrino del número dos de la guerrilla colombiana, entregó detalles de una supuesta operación de venta de droga en Estados Unidos.

El testigo es sobrino de Iván Márquez, número dos de las FARC. (Captura de video de El Mundo)
El Mundo
Colombia /

Un testigo de cargo afirmó que el ex comandante de la guerrilla colombiana de las FARC, Jesús Santrich, alias de Seuxis Paucias Hernández, fue su cómplice principal en una operación para enviar 10 toneladas de droga a EEUU.

Marlon Marín -sobrino del número dos de las FARC, Iván Márquez- sostuvo en su declaración desde Estados Unidos, que Snatrich participó en la planificación de un negocio de cocaína con el cártel de Sinaloa, liderado por Joaquín 'El Chapo' Guzmán.

La declaración, grabada en un video, está en manos de la Corte Suprema colombiana y fue obtenida por EL MUNDO

Marín, detenido en EEUU, es testigo protegido en la investigación por narcotráfico que las autoridades norteamericanas comenzaron en 2017 y por la que piden la extradición de Santrich.

Las respuestas de Marín

-"¿Quién adquirió la sustancia de estupefacientes?", preguntó la fiscal en referencia a los cinco kilos de coca que mandarían como muestra para que los narcos comprobaran la calidad.
-"Jesús Santrich", responde el acusado.
-"¿Quién vendió la sustancia de estupefacientes a los mexicanos?", consultó la fiscal.
- "Santrich", contesta Marín.

El interrogatorio tuvo lugar en la tarde el 16 de mayo. La JEP (Justicia Especial para la paz) había decretado la libertad de Santrich el día anterior y la Fiscalía General de Colombia tramitaba su salida del penal La Picota de Bogotá, donde permanecía recluido desde en abril de 2018.

Las autoridades norteamericanas, que solicitan su extradición, ayudaron a sus pares colombianos para que interrogaran a Marín por videoconferencia desde Estados Unidos.

La diligencia, que duró tres horas, giró entorno a la intervención de Santrich en el envío de diez toneladas de cocaína que dos supuestos narcos habían propuesto a Marín. Después sabrían que esos narcos eran en realidad agentes de la DEA encubiertos.

Marlon Marín (Captura de video de El Mundo)

En aquellos frenéticos días sus respuestas fueron determinantes para que la Fiscalía General ordenara de nuevo su captura, minutos después de quedar libre. Días más tarde, la Corte Suprema avaló la condición de congresista de Santrich, asumió su investigación por tratarse de un aforado, y resolvió dejarle libre mientras sigue el proceso por concierto para delinquir y narcotráfico.

Televisores y maíz

En un relato a trompicones, Marín asevera que fueron varios los encuentros con quienes creían eran narcos para concretar el negocio, celebrados en el domicilio que el Estado había asignado a Santrich tras el proceso de paz.

Santich escoltado por funcionarios policiales. (Archivo AP)

Detalla que en noviembre del 2017 Santrich le dijo "que ya tenía el material para entregarlo", es decir, los cinco kilos que habían pedido los compradores para analizar la calidad de la droga antes de adquirir más. 

Una persona de su confianza, Armando Gómez, hizo de mensajero. Recibe de un tal John la coca y luego da "los cinco televisores" a los mexicanos. Con posterioridad, el propio Marlon Marín cobra los 22 millones de pesos en un centro comercial en pago por esa cantidad y se los lleva a Santrich a su casa.

"Me dijo que tenía que tener mucho cuidado porque ya le habían advertido que el Fiscal General estaba detrás de él", recuerdó en su declaración. 

"Que no hablara directamente de droga ni coca sino con símbolos. Mil kilos, mil hectáreas", aconsejó. "Vamos a hablar un vocabulario empresarial". De ahí los televisores, el maíz, etc.

Iván Márquez, tío de Marlon Marín, junto con Santrich (Archivo)

Manifestó que la última reunión que sostuvieron tenía por objeto "que él diera la bendición para hacer el negocio grande. Después de los cinco kilos, comenzar a suministrarles de mil, dos mil, tres mil, diez mil kilos en total". Y precisó que el hoy Santrich conseguiría la cocaína "con la gente de las disidencias, que manejaban la fabricación de la droga".

Pese a los señalamientos directos, quedan dudas por despejar. Marín no aclara, entre otros, los pormenores del pago de cinco millones de dólares en Miami, que resultaron ser billetes falsos. Lagunas a la que se acogerá la defensa en un caso que excede el ámbito judicial para adentrarse en el político.

La extradición o no de Santrich es un nuevo caballo de batalla entre el  gobierno y oposición de Colobima, sin olvidar a los altos tribunales, que también juegan sus cartas. 

El ex comandante, que disculpa a Marín, clama que es un montaje judicial de los enemigos de la paz y que jamás ha traficado cocaína. De momento no ha acudido al Congreso a recoger su acta y en su lugar viajó a La Guajira, departamento fronterizo con Venezuela, para visitar la Zona de reinserción de Pondones, que alberga a ex guerrilleros de las FARC. 

Podría cruzar al país vecino, santuario de las guerrillas, puesto que la de la Sala Especial de Instrucción de la Corte, que anunció la solicitud de interrogar a Marín y citar a Santrich a indagatoria, no le impuso restricciones de movimiento. Sus detractores advierten que escapará.

​OMZI

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