La fuerza de la ONU en Líbano (Finul) anunció el viernes que dos cascos azules srilankeses resultaron heridos cerca de la frontera con Israel y estimó que los bombardeos llevados a cabo por el ejército israelí representaban "un riesgo muy grande" para sus efectivos.
Otros dos cascos azules, de nacionalidad indonesia, sufrieron heridas el jueves tras un bombardeo israelí contra el cuartel general de la Finul.
Ese ataque provocó una ola de indignación internacional.
Italia llegó a mencionar la posibilidad de catalogarlos como "crímenes de guerra" y Francia convocó el viernes al embajador de Israel.
La Finul, que mantiene unos 10 mil efectivos desplegados en el sur de Líbano, indicó el viernes que se habían producido "explosiones por segunda vez en 48 horas" cerca de una "torre de observación" de su cuartel general y que "dos cascos azules fueron heridos".
Además, "los tanques israelíes avanzaron" y "una topadora del ejército israelí derribó secciones de un muro protector" desde una posición de la Finul en la aldea libanesa de Labboune, añadió ese cuerpo de la ONU.
"Esas acciones suponen un riesgo muy grande para las fuerzas de paz", destacó.
La Finul pide desde hace un año el fin de las hostilidades entre Israel y la milicia islamista libanesa Hezbolá, que llevan tres semanas en guerra abierta.
El secretario general de la ONU Antonio Guterres consideró, al referirse a los disparos del jueves, que se trataba de incidentes "intolerables" que no debían repetirse.
El ejército israelí reconoció haber disparado en Ras al Naqura, junto a la frontera, y alegó que los milicianos de Hezbolá operan cerca de las posiciones de la ONU.
YRH