Chile será garante del proceso de paz que retomará el gobierno de Gustavo Petro con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la última guerrilla reconocida en Colombia, anunció el presidente Gabriel Boric tras un encuentro de los dos mandatarios este lunes en Bogotá.
Los mandatarios hablaron sobre los diálogos en ciernes con los rebeldes de ultraizquierda al día siguiente de la asunción de Petro, el primer gobernante de izquierda de Colombia y quien se comprometió en su discurso de investidura a trabajar por una "paz verdadera y definitiva".
"Hemos manifestado toda nuestra disposición a seguir colaborando en los términos que el gobierno colombiano estime que son más útiles a su causa", sostuvo Boric en conferencia de prensa.
Por ahora, agregó, "eso se limita (...) a ser uno de los países garantes del proceso en la medida en que se retome esto que quedó en puntos suspensivos".
Surgido en 1964 a la luz de la Guerra Fría, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) aceptó negociar con el gobierno del nobel de paz Juan Manuel Santos, primero en Quito luego en Cuba, sede del acuerdo que condujo al desarme en 2017 de la entonces guerrilla FARC.
Sin embargo, el gobierno de Iván Duque interrumpió las conversaciones en 2019 tras el ataque con coche bomba contra una escuela de cadetes de la policía en Bogotá, que dejó 22 muertos, además del agresor.
Además de Chile, Brasil, Cuba, Noruega y Venezuela han fungido como garantes de la negociación que ahora se disponen a retomar el ELN y el nuevo gobierno de Colombia.
"Hoy tendríamos que preguntarle a todos esos gobiernos si quieren, si desean seguir siendo garantes del proceso que se reinicia", afirmó Petro este lunes.
De momento no hay una fecha para que las partes se sienten a dialogar.
El mandatario colombiano agregó que también está pendiente de definirse si La Habana acogerá nuevamente las negociaciones.
Sobre el particular, mencionó que a Cuba le había afectado "muchísimo" la decisión de Duque tras desconocer los protocolos que preveían que en caso de que fracasara el diálogo los negociadores rebeldes tendrían garantías para regresar a territorio colombiano.
Por el contrario, le exigió sin éxito a las autoridades cubanas que le entregara a los delegados para procesarlos por terrorismo, lo que deterioro las relaciones entre ambos países.
"Ya sabremos en las semanas que están por seguir si continúan esos diálogos en Cuba", comentó Petro.
Después de la ruptura de los diálogos, el ELN aumentó su pie de fuerza pasando de mil 800 a 2 mil 500 combatientes y colaboradores, según estimaciones oficiales.