China tiene previsto enviar una pareja de pandas gigantes al Zoo de San Diego, lo que renovaría un viejo gesto de amistad hacia Estados Unidos después de que casi todos los emblemáticos osos en ese país fueran devueltos al país asiático en los últimos años, en los que se han complicado los lazos bilaterales.
La Asociación China de Conservación de Vida Silvestre firmó hace poco acuerdos de cooperación con zoológicos de San Diego y Madrid, la capital de España, y está en conversaciones con zoos de Washington D.C. y Viena, según dijo el jueves la agencia de noticias estatal china Xinhua, que describió los acuerdos como una nueva ronda de colaboración en la conservación de los pandas.
Funcionarios del Zoo de San Diego dijeron a The Associated Press que si se aprueban todos los permisos y otros requisitos, a partir del final del verano llegarían dos osos, un macho y una hembra, unos cinco años después de que el zoo enviara sus últimos pandas de vuelta a China.
“Estamos muy emocionados y esperanzados”, dijo Megan Owen, del San Diego Zoo Wildlife Alliance y vicepresidenta de Ciencia de Conservación de Vida Silvestre. “Han expresado un tremendo entusiasmo por reiniciar la cooperación de pandas empezando por el Zoo de San Diego”.
Los zoos suelen pagar una cuota de un millón de dólares al año por dos pandas, un dinero destinado a esfuerzos de conservación en China, según un reporte de 2022 del Servicio de Investigación del Congreso estadounidense.
El presidente de China, Xi Jinping, impulsó en noviembre las esperanzas de que su país volviera a enviar pandas a Estados Unidos, después de que él y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunieran en el norte de California en su primer encuentro cara a cara en un año y prometieran reducir las tensiones.
China baraja enviar una pareja que incluye una descendiente de Bai Yun y Gao Gao, dos de los antiguos residentes del zoo, dijo Owen, experta en comportamiento de pandas que ha trabajado en San Diego y en China.
Bai Yun, que nació en cautividad en China, vivió en el zoo más de 20 años y dio a luz a seis cachorros allí. Ella y su hijo fueron los últimos pandas del parque, y regresaron a China en 2019.
Gao Gao nació en libertad en China y vivió en el Zoo de San Diego entre 2003 y 2018 antes de ser enviado de vuelta.
Décadas de esfuerzos de conservación en libertad y de estudio de los animales en cautividad salvaron al panda gigante de la extinción e incrementaron su población de menos de mil en un momento dado a más de 1.800 entre los pandas en libertad y en cautividad.
Hace mucho que los osos blancos y negros son un símbolo de amistad entre Estados Unidos y China, desde que Beijing obsequió una pareja de pandas al Zoo Nacional en Washington D.C. en 1972, antes de la normalización de las relaciones bilaterales. Más tarde, China empezó a ceder pandas a zoos para ayudar a que tuvieran cachorros y aumentar la población.
Estados Unidos, España y Austria fueron los primeros países en trabajar con China en conservación del panda, y en esos países han nacido 28 cachorros, según el reporte de Xinhua.
“Deseamos seguir ampliando los resultados de la investigación en conservación de especies amenazadas como los pandas gigantes y fomentando el entendimiento mutuo y la amistad entre pueblos a través de la nueva ronda de cooperación internacional”, dijo en Beijing la vocera del Ministerio chino de Exteriores Mao Ning.
Las reclamaciones en la población china de que se devolvieran los pandas gigantes, conocidos como el “tesoro nacional” de China, crecieron después de que acusaciones no demostradas de que los zoológicos estadounidenses maltrataban a los pandas inundaran las redes sociales chinas.
Las preocupaciones sobre el futuro de la llamada diplomacia de pandas aumentaron el año pasado cuando los zoológicos en Memphis, Tennessee y Washington, D.C. devolvieron sus pandas a China, lo que dejó apenas cuatro ejemplares en Estados Unidos, todos en el zoo de Atlanta. Ese acuerdo de préstamo expira este año.
Expertos en China especularon que Beijing estaba retirando los animales de países occidentales debido a un deterioro de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos y otros países.
Después, el 15 de noviembre de 2023, una semana después de que los pandas del Zoo Nacional viajaran de vuelta a China, Xi habló durante una cena en el centro de San Francisco con empresarios estadunidenses e indicó que podrían enviarse más osos.
El Zoo de San Diego continuó trabajando con sus colegas chinos incluso cuando ya no tenían pandas. Owen señaló que China está especialmente interesada en intercambiar información sobre el exitoso programa de cría de pandas en cautividad del zoo.
“Tenemos mucha capacidad y conocimiento institucional de nuestro último acuerdo de cooperación, que podremos aplicar en la siguiente etapa, además de formar a la próxima generación de conservacionistas de pandas”, indicó.
Expertos chinos viajarían con los osos y pasarían unos meses en San Diego, añadió.
El regreso de los pandas no sería solo bueno para San Diego, señaló, sino para la recuperación del panda gigante como especie.
“Hablamos todo el tiempo sobre diplomacia de pandas”, dijo Owen. “La diplomacia es una pieza clave de la conservación en cualquier contexto (...) Si no podemos aprender a trabajar juntos, en ocasiones en situaciones difíciles o situaciones que están totalmente fuera del control de los conservacionistas, entonces no tendremos éxito".
China y la diplomacia del panda
La diplomacia del panda se remonta a la creación de la República Popular China en 1949, cuando el animal fue utilizado para fortalecer y consolidar lazos políticos con otras naciones.
La diplomacia del panda, también sirve para dar a China un alto perfil en países específicos y capturar a las audiencias en el extranjero interesadas en China. Interviniendo de forma positiva en la opinión pública extranjera con metas a corto plazo, esta también contribuye a obtener objetivos diplomáticos de largo y mediano plazos de China en el país de destino.
El intercambio de pandas se remonta al siglo VII, cuando la emperatriz Wu Zetian, de la dinastía Tang, entregó una pareja a los soberanos de Japón. En la era moderna existen otros ejemplos históricos, como, por ejemplo, el que en 1941 ofreció Soong Mei-ling, esposa de Chiang Kai-Shek, a Estados Unidos como agradecimiento a la ayuda que Washington había brindado al Kuomintang.
Pero lo que hoy conocemos como ‘diplomacia del panda’ no es solo un intercambio diplomático, sino también un lucrativo negocio a raíz de las modificaciones de esta práctica llevadas a cabo a principios de la década de 1980 por el presidente Deng Xiaoping. A partir de aquel momento, los pandas ya no se regalaban, sino que se alquilaban por una cantidad que oscila entre los 300 mil y un millón de dólares.