El senador Chuck Grassley, copresidente del Caucus de Control Internacional de Narcóticos, del Senado de Estados Unidos, considera que no hay mucho qué celebrar tras la extradición de Ovidio Guzmán López, operador de Los Chapitos, a Estados Unidos.
“Sería ingenuo asumir que la extradición de Ovidio Guzmán López fue algo más que el resultado probable del cambio de las dinámicas y estrategias de poder en el cártel, contrario al maniobrar y la diplomacia de Estados Unidos”, dijo Grassley en una declaración enviada a medios.
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Grassley, un duro crítico del trabajo de las autoridades estadunidenses en materia de combate al narcotráfico, explicó que aún hay varios temas por subsanar en la materia, y recordó que ha señalado previamente que, en el caso que hay contra El Ratón, hay evidencia de pugna internas entre agencias por encabezar el caso y que incluso eso habría causado que dos informantes que había dentro de la organización de Los Chapitos fueran asesinados.
También recordó un reporte que realizó, donde denuncia que la estrategia de seguridad compartida ha tenido fallas, pues el propio gobierno estadunidense habría ignorado evidencia de corrupción en México, lo que eventualmente habría causado que los recursos entregados al gobierno mexicano, terminaran beneficiando a ciertas organizaciones, como el Cártel de Sinaloa.
“Importantes agujeros existen aún en la estrategia de aplicación de las leyes de EU contra las drogas. EU debería usar esto como un punto de información y recordar que el trabajo para traer justicia aún sigue”, aseguró Grassley.
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Y finalmente, recordó que aún hay pendientes para la justicia estadunidense, como la extradición de líderes de Los Zetas, y la aprehensión de Ismael El Mayo Zambada, uno de los líderes de mayor antigüedad dentro del Cártel de Sinaloa.
“Miguel y Omar Treviño aún no han sido extraditados, El Mayo Zambada sigue prófugo y miles de familias estadunidenses siguen llorando la pérdida de sus seres queridos por el fentanilo que traen a EU los cárteles”, concluyó.
CHZ