Cuando el equipo de Donald Trump se prepara para asumir la nueva administración en poco más de 50 días y el propio presidente electo amenazó a México con imponer aranceles si no detienen la migración irregular y el contrabando de fentanilo, algunos de sus integrantes están retomando la idea de debatir la posibilidad de “invadir” México para exterminar a los cárteles de la droga.
De acuerdo con un artículo publicado en la revista Rolling Stone, algunos trumpistas del segundo mandato del magnate neoyorquino han puesto en la mesa de discusión del nuevo gobierno la posibilidad de que Trump "debería cumplir su promesa de campaña de atacar o incluso invadir México, y en qué medida, como parte de la ‘guerra’ que ha prometido librar" contra los narcos.
La publicación recuerda que Pete Hegseth, nominado para ser el próximo jefe del Pentágono, Marco Rubio, candidato de Trump para ser secretario de Estado, y su “zar de la frontera”, Tom Homan, “han apoyado públicamente la idea” de enviar al ejército estadunidense a México.
La revista cita declaraciones de Hegseth hechas el año pasado para reafirmar su idea de enviar tropas: “si se necesita una acción militar, eso es lo que eventualmente se hará” contra los cárteles, a los que califica de “organizaciones de tipo terrorista que envenenan a nuestra población”.
Aunque Rubio ―recuerda Rolling Stone― matiza al afirmar que el envío de tropas debe ser bajo un acuerdo de cooperación con el gobierno mexicano y “en coordinación con sus fuerzas armadas y policía”.
Operación encubierta “y suave”
El texto publicado en línea ayer, señala que “un miembro de alto rango de la transición de Trump” se hace la pregunta de cuándo se debe invadir México para responder que “esa es la cuestión”.
La posibilidad de ir contra los capos, sus laboratorios de narcóticos e instalaciones, en territorio mexicano está tomando forma bajo diversas propuestas del equipo, desde las más radicales, como ataques con drones o aviones, el despliegue de equipos para su exterminio o de fuerzas especiales para secuestrar a los máximos líderes.
Otras acciones que analizan —de acuerdo con la revista que consultó a “seis republicanos, cada uno de los cuales ha hablado con el ex presidente dos veces sobre este tema”— son menos extremistas como enviar entrenadores y “asesores” militares a México o llevar a cabo una “guerra cibernética” contra redes y cuentas ligadas a los cárteles y a sus líderes.
Alguna de las posibilidades que han despuntado, de acuerdo con un trumpista entrevistado, es la de realizar una “invasión suave”, una especie de operación encubierta, de élite y discreta, con el objetivo de asesinar a los cabecillas de los grupos delincuenciales.
“De hecho, este es un plan preliminar que el propio Trump aceptó en conversaciones privadas este año”, afirma el artículo firmado por Asawin Suebsaeng y Andrew Pérez.
En la investigación de la revista se asegura que Trump ha comentado a sus colaboradores y asesores cercanos “que planea decirle al gobierno mexicano que necesitan detener el flujo de fentanilo” a territorio estadunidense en un lapso de meses y “de alguna manera” o si no “enviará al ejército”.
Ayer por la tarde, el que será el presidente 47 de Estados Unidos, anunció en su red Truth Social que iniciará una campaña “a gran escala” para explicar lo “malo que es el fentanilo” y la muerte de millones.
Poco después escribió en la misma cuenta que habló vía telefónica con la presidenta Claudia Sheinbaum y vieron “lo que se puede hacer para detener la afluencia masiva de drogas” a Estados Unidos.
Horas antes, The Rolling Stone subío su investigación donde le daba la palabra a un asesor de Trump que, afirmaba: “No está claro hasta dónde llegará en este caso”, para rematar con una advertencia: “Si las cosas no cambian, el presidente todavía cree que es necesario emprender algún tipo de acción militar contra estos asesinos”.
ksh