Airbus redujo de manera drástica la producción de su avión de pasajeros de pasillo único más popular y no volverá a los niveles este año ni más adelante, debido a que las líneas aéreas que son sus clientes tratan de aplazar las entregas en una de las caídas más fuertes de la aviación de los últimos tiempos.
Además de reducir la producción de la familia A320 de pasillo único para ubicarla muy por debajo de las 60 unidades por mes que alcanzó antes de la crisis, el fabricante de aviones europeo también espera en las próximas semanas reducir la tasa de producción de sus aviones de dos pasillos, el A350 y el A330 de fuselaje amplio, de acuerdo con personas con conocimiento de la situación.
Los inversionistas observan de cerca las tasas de producción como una guía para el desempeño financiero futuro.
Airbus dijo que monitorea estrechamente la evolución de la situación del covid-19 en todo el mundo. La compañía está “en el proceso de evaluar las implicaciones de la pandemia en sus operaciones y las posibles medidas de mitigación que podrían implementarse”, dijo en un comunicado.
Apenas hace poco más de una semana, el grupo retiró la orientación para 2020 y suspendió su dividendo. Los analistas dijeron que no esperan que Airbus vuelva a una tasa de producción de 60 unidades por varios años. “Los fabricantes siempre tienen mucho cuidado con los cambios en las tasas de producción en cualquier dirección”, dijo Sash Tusa, de Agency Partners. “No cambiarán a menos de que puedan mantener el índice durante dos o tres años”.
Boeing suspende producción
La medida se produce cuando Boeing anunció esta semana sus planes para recortes de puestos de trabajo y señaló que ahora espera un cambio significativo en la demanda futura de aeronaves, y que cualquier recuperación puede tardar años.
Se espera que la decisión de los dos fabricantes de aviones más grandes del mundo de dar marcha atrás después de una década con una producción cada vez mayor, genere una reacción en cadena de recortes de producción y la pérdida de empleos en toda la cadena de suministro del sector aeroespacial.
La industria recibió un fuerte golpe por la puesta en tierra de aviones a escala mundial en la lucha contra la propagación del coronavirus. Aproximadamente la mitad de la flota mundial de 26 mil aviones se encuentra en sus hangares, de acuerdo con la consultora aeroespacial Cirium.
Airbus todavía no toma una decisión final sobre la escala de producción a largo plazo, pero el grupo está en conversaciones diarias con los clientes sobre la forma que tendrá la demanda futura, dijo una persona cercana a la cuestión. La producción también se encuentra en dificultades por problemas en la cadena de suministro, donde las medidas para prevenir la propagación del virus asestaron un golpe a la producción.
La compañía podría dar una actualización del mercado en su reunión anual virtual que se realizará el 16 de abril. Si la situación sigue siendo volátil, podría postergar hasta los resultados del primer trimestre el 29 de abril.
En febrero, Airbus había presentado sus planes para aumentar la producción de aviones de pasillo único del nivel actual de 60 a 63 para finales del próximo año y a 67 al mes para 2023. También fijó tasas de producción de fuselaje ancho de nueve a 10 por mes para el avión A350 y se esperaba que este año se entregaran un total de 40 aviones A330. Esos objetivos ahora ya se abandonaron.
Los proveedores le dijeron al Financial Times que esperan que la empresa Airbus actualice la información sobre las nuevas tasas a mediados de este mes. “Estamos esperando a Airbus”, dijo uno. Otro dijo que los recortes sustanciales de las tasas de producción eran “inevitables”.
Guillaume Faury, director ejecutivo de Airbus, enfatizó la necesidad de trabajar “en sincronía” con los proveedores para garantizar que las operaciones puedan continuar incluso a un índice de producción más bajo, en un esfuerzo por preservar la capacidad y las habilidades para la eventual recuperación, de acuerdo con personas cercanas al tema.
La compañía se encuentra en conversaciones diarias con proveedores como Rolls-Royce, cuyos motores alimentan el avión de tamaño mediano A350 de Airbus y la familia de fuselaje amplio A330, y Safran, el fabricante francés de motores de avión cuya turbina LEAP-1 se utiliza en el A321 neo.
Los dos ya se preparan para las interrupciones en sus propias cadenas de suministro, lo que amenazaría su capacidad de continuar produciendo a las tasas récord que se alcanzaron antes de la crisis.
Philippe Petitcolin, director ejecutivo saliente de Safran, dijo recientemente a los analistas que en ciertas áreas el grupo solamente cuenta con dos semanas de existencias y que la producción de motores podría detenerse si los proveedores clave no pueden hacer las entregas.
Mientras tanto, Rolls-Royce se vio afectado por el cierre de un proveedor clave en Italia, que fabrica piezas moldeadas para palas de turbina especializadas.
Rolls-Royce cerró sus instalaciones para el sector aeroespacial civil del Reino Unido al menos por una semana para implementar medidas de seguridad con el objetivo de minimizar la propagación del coronavirus. Las fábricas volverán a funcionar el lunes. Sin embargo, se espera que la productividad sea significativamente menor que antes del cierre, dijeron dos personas con conocimiento del tema. “No va a volver a ser como era”, dijo un empleado.
ledz