Las autoridades chinas confinaron a más de 400 mil personas cerca de Pekín, la capital, golpeada desde mediados de junio por un rebrote de covid-19 que las autoridades describen como grave, informaron medios locales.
Se trata del condado de Anxin, en la provincia de Hebei, en el que se han registrado 13 nuevos casos confirmados y 5 asintomáticos (que China no añade a los confirmados) desde que se detectó el brote en la capital hace casi tres semanas, según el diario local "Jiefang Daily".
Las autoridades sanitarias del condado calificaron la situación de "extremadamente grave" e indicaron que las restricciones al movimiento eran necesarias para prevenir que el virus pueda llegar desde otras partes y se pueda propagar desde Anxin.
Los residentes no podrán abandonar sus casas salvo que necesiten ir al hospital o trabajen en labores de prevención o control de la epidemia.
Los no residentes en las localidades del condado, así como los vehículos, no podrán acceder a las mismas y cada familia deberá asignar a una persona para salir a comprar u otras actividades imprescindibles.
Según una circular del gobierno local, el condado comenzó a imponer medidas temporales de restricción de los transportes el pasado 18 de junio para "reducir la ruta del contagio".
Tras 55 días sin nuevos contagios, Pekín detectó el pasado 11 de junio un brote de coronavirus en el mercado de Xinfadi, el principal de alimentación de la ciudad.
La capital ha impuesto desde entonces estrictas medidas para evitar la propagación del brote, que el pasado 18 de junio se consideró "bajo control", aunque han seguido apareciendo nuevos casos en los últimos días -la inmensa mayoría relacionados con el mercado-, pero en menor medida que durante el pico que se alcanzó el fin de semana del 13 y 14 de junio.
Las autoridades de la ciudad han emprendido desde entonces una campaña masiva de realización de test de coronavirus a los habitantes de la capital, que hasta ayer había alcanzado ya a 8 millones de personas, cerca de un tercio de su población.
jamj