Omar Castillo partió de México hacia Lyon, Francia, en agosto de 2019 para estudiar la maestría en Historia del Arte en la Universidad de Lyon II durante un año. Meses después llegó el coronavirus a Europa y Francia se convirtió en el tercer país con más contagios después de Italia y España.
"Todos decíamos es la última noche, riendo, pero sí se volvió real. Nuestro jefe nos dijo que tomáramos todo lo que se pudiera echar a perder rápido como carne, verduras", cuenta sobre el día que decretaron toque de queda en el sitio en donde vive.
Omar trabaja desde el año pasado como mesero y cocinero en la cafetería del Instituto Lumiere, sitio en donde se hizo la primera película del mundo, firmó un contrato de marzo a agosto, pero dejó de asistir porque suspendieron las actividades en el sitio y aunque tiene garantizado su salario completo por este mes es posible que lo reduzcan si la pandemia continua.
"No trabajo por el momento. Tengo un contrato que firmé de marzo a agosto y me van a pagar el cien por ciento, pero cerraron lugares que nos son indispensables y yo trabajo en un lugar que no es indispensable. Nos cerraron un mes, pero si dura más nos bajan el sueldo a 70 por ciento. Es museo, café y galería".
Ademas de trabajar ahí, Omar hace su servicio social en el Instituto Lumiere, por lo que su estancia académica también se vio afectada ante el brote de covid-19 en un país que ya suma 70 mil 478 casos de contagio y más de 8 mil muertes.
Para poder liberar su grado de maestría tiene que concluir todas sus clases y su servicio social, así que únicamente puede recurrir a libros digitales, pues en Lyon cerraron las bibliotecas.
"En la parte académica porque ahí hago mi servicio social. Afecta que la biblioteca no está abierta. Sólo se pueden consultar libros escaneados o digitales".
En Lyon aún es posible salir a las calles bajo la condición de respetar las normas como imprimir un permiso en el que se especifique el motivo de la salida, incluso está permitido hacer deporte.
"Yo no tengo ganas de salir y hacer el mandado. Mi vida se restringe a estar aquí en el departamento y a veces salgo a correr como 30 o 40 minutos. Mucha gente toma el pretexto de hacer compras y tomar aire. Lo único que sabemos es lo que se ve en el periódico. La gente está asustada, se siente ansiedad.
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"Todos los días a las ocho de la noche salimos a la ventana y aplaudimos como reconocimiento a las personas que trabajan en el sector salud".
Omar debe renovar su visa cada dos meses y su estancia académica en Francia concluye en septiembre; no obstante, el gobierno le dio un plazo de tres meses para realizar los trámites.
Su plan es seguir en Francia y, para ello, aplicó a la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de Lyon, avanzó en el proceso, pero el coronavirus lo frenó y la entrevista que tenía programada se canceló.
"Ahorita me pongo a estudiar un poco de francés, pero dejé de leer el periódico para dejar de pensar en eso porque te pones mal".
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