La pandemia del coronavirus, así como las restricciones que se han impuesto en zonas como Madrid por la enfermedad del covid-19, han provocado una escasa participación presencial de las manifestaciones en España por el Día Internacional de la Mujer, esto ante la alta cifra de contagios que afecta al país europeo.
Hace unos días, la delegación del gobierno en Madrid decidió prohibir por cuestiones de “salud pública” cualquier tipo de manifestación de las 70 convocadas en Madrid, ya que temía que en total se reunieran unas 60 mil personas.
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Los colectivos feministas y sindicatos obreros recurrieron la decisión ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que finalmente dio la razón al gobierno, por lo que las grandes manifestaciones en la capital de España, que el año pasado reunieron 120 mil personas, han sido sustituidas por concentraciones de no más de 20 participantes, como estipula el marco legal.
El Movimiento Feminista de Madrid y la Comisión, principales organizadores de los actos, animaron a las mujeres a participar en esta jornada luciendo pañuelos morados en el metro, terrazas o en la calle, decorando ventanas y balcones y subiendo imágenes o mensajes en sus redes sociales.
Los estudiantes también se manifestaron en el centro, divididos en varios grupos, portando una pancarta que decía: “Totalitarismo No, Feminismo Sí”.
En la capital española se llevó a cabo el principal acto institucional del 8M, al que acudió el presidente Pedro Sánchez. La sede fue el Ministerio de Igualdad, donde el líder socialista, junto a la ministra Irene Montero, y bajo el lema 'Por ser Mujeres. España Feminista', se rindió homenaje a todas las que han estado en primera línea durante la pandemia.
Otro tipo de manifestaciones por el 8M
Respecto a los partidos políticos, los principales, Partido Socialista Obrero Español, Partido Popular y Ciudadanos desde la semana pasada confirmaron que no asistirían a acciones convocadas por el movimiento feminista debido a la pandemia, aunque sí lo harán algunos partidos independentistas en el caso de Cataluña, donde como en algunas otras zonas del país como Galicia, País Vasco, Castila León, Castilla La Mancha y las Islas Baleares, por ejemplo, se organizarán manifestaciones es con un máximo de 500 personas.
Desde los sindicatos Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT) invitaron a todos los trabajadores de la Comunidad de Madrid que salieran al mediodía a las puertas de sus centros de trabajo, cumpliendo con las medidas de seguridad y legales, para denunciar “las desigualdades que siguen existiendo en el ámbito laboral y social, pero también como medida de protesta ante la prohibición de reunirse y de realizar estos actos”.
Asimismo, a través de las redes sociales se han convocado aplausos colectivos desde los balcones a las 20:00 horas, haciéndose eco del aplauso sanitario que tuvo lugar todos los días durante el confinamiento.
La diferencia con las manifestaciones del año pasado
Un 8M diferente al de otros años, envuelto, por segundo año consecutivo, bajo la polémica de si es congruente y oportuno llevar a cabo manifestaciones en plena crisis sanitaria. El gobierno consideró que al menos en Madrid sí y las prohibió.
Y es que, desde un primer momento, los partidos de la oposición no han dejado de recordar lo sucedido en la marcha del año pasado, celebrada tan solo un día antes de que Madrid se viera obligada por la pandemia a cerrar colegios, preparatorias y universidades y cinco días antes de que el gobierno central declarara el estado de alarma.
Hace un año salieron a la calle 120 mil en Madrid, pese al temor que ya había en la ciudadanía por el coronavirus. A pesar de todo, Fernando Simón, director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, solo dos días antes dijo que el coronavirus estaba bajo control en España e incluso algunas ministras acudieron a la multitudinaria marcha. Días después dos de ellas dieron positivo.
Al día siguiente, las cifras de contagios comenzaron a subir y los diferentes partidos de la oposición, que también acudieron a las marchas, acusaron al gobierno de Pedro Sánchez de anteponer sus intereses políticos antes que la salud.
Una manifestación del 8M que acabó en los tribunales, aunque la magistrada que llevó el caso acordó el sobreseimiento de la causa al considerar que, después de practicar una batería de diligencias de investigación, no había indicios suficientes de la comisión de un delito de prevaricación administrativa contra el delegado del gobierno en Madrid.
OMZI