Joven recuperado de covid-19 vive discriminación al querer donar plasma por ser gay

A través de redes sociales, el joven denunció la discriminación que vivió por ser gay; quiso donar plasma tras vencer al coronavirus y así le respondió el médico que lo atendió.

Discriminan a joven por ser gay; sólo quería donar plasma tras vencer el coronavirus. (Instagram)
Ciudad de México /

Los casos de coronavirus, covid-19, siguen en aumento en el mundo. A pesar de que ya hay avances notables e importantes, aún hay sucesos que sorprenden más allá de la enfermedad. Recientemente se dio a conocer que un joven de 29 años fue discriminado, pues después de haber ganado la batalla contra el covid-19 fue discriminado al querer donar su plasma. Vivió discriminación por ser gay.

Se trata de Emiliano Ivaldi, quien tras vencer el coronavirus, fue discriminado por ser homosexual. Esto en la ciudad santafesina de San Lorenzo, cercana a Rosario. A través de sus redes sociales informó que fue al hospital Eva Perón de Granadero Baigorria para donar su plasma. En medio del proceso un médico lo rechazó, pues de acuerdo con su testimonio, supuestamente para el doctor, el joven realiza “prácticas sexuales peligrosas”, externó para Radio 2.

“Tengo el alta de coronavirus desde el 10 de agosto. Consulté al 0800 para donar plasma y me ofrecí como voluntario. Me derivaron al centro de hemoterapia de Rosario. Ahí me consiguieron turno en el Eva Perón por cercanía a mi casa”, comentó también en su Instagram.
“Cuando llego al hospital empezó el proceso clásico que para mí es habitual porque dono sangre desde 2009. En la entrevista te preguntan si tuviste relaciones sin protección, si compartiste jeringa. Y una de las preguntas que está sobre el final y es de gran debate, es si tuviste relaciones con otro hombre en el mismo año. Respondí que sí. Estoy de novio hace cuatro años. Tengo pareja estable”, agregó el joven.


Asimismo, el joven expresó que en ese momento el médico finalizó la entrevista para iniciar un discurso discriminatorio:

“El médico dio por finalizada la entrevista, no terminó el cuestionario. Fue el determinante para rechazarme como donante de plasma. Me dijo que hay ciertas infecciones que tienen un período ventana de un año en manifestarse y más en homosexuales porque tenemos relaciones peligrosas, de alto riesgo”.
“Cuando le terminé de decir eso, veo que deja la lapicera a un costado y hace un gesto con el que yo ya pensé ‘la voy a pasar mal’. Me empezó a explicar que no es una cuestión discriminatorio por ser homosexual sino que tenía que ver con una escala de riesgo que podría llegar a representar mi sangre por estar en pareja porque las prácticas sexuales eran muy diferentes. Año 80″, comentó el joven en sus redes sociales.

Explicó que ante lo dicho comenzó un debate con el médico. Le respondió que por diez años ha donado sangre.

“Empiezo el debate con él. Llevo 10 años haciendo procesos de donación de sangre. Dono hasta tres veces por año. Y que hoy me tenga que encontrar en una misma situación que me encontré en 2011, me destrozó. No pude decirle más nada”.
“Él seguía explicando una especie de teoría del período ventana de las infecciones. Investigué y ese formulado no existe más, es imposible que te lo pregunten porque ya se modificó la ley de donación de sangre, esa pregunta no existe más porque tiene un tilde discriminatorio tremendo, cargado de prejuicios”, aseguró.

Finalmente, recordó cómo se sintió tras ser discriminado:

“No pude seguir discutiendo más, me quedé en blanco. Me sentí rechazado, discriminado, sucio. Me sentí sucio. Traté de argumentar un poco. Fue un acto estigmatizante. Sobrepasó lo discriminatorio. Y me pidió que no lo tome como un rechazo”.


Además recordó cómo ha tenido que pasar por situaciones similares al intentar donar sangre:

“Esa pregunta de la orientación sexual estuvo siempre desde que empecé a donar sangre, salgo del clóset en 2015, antes le mentía a la gente y también mentía en el formulario. En 2011, antes de salir del clóset, respondí sí en el formulario para ver qué pasaba. Y hace el mismo gesto de dejar la lapicera y empezar a explicar un montón de cosas, como cuando meten a la licuadora para ver si sacan algo, hasta me habló de promiscuidad. En ese momento, empecé a levantar la voz”.

“Era la primera vez que afrontaba mi sexualidad con una persona que no conocía y encima era mi primer acto discriminatorio. Después vino una médica, se quedó ella y siguió completando el cuestionario. Me tomaron la muestra. Después capaz que la tiraron a la mierda no sé. A partir de ese momento decidí seguir mintiendo. No quiero que le pase a nadie. Lloré un montón”, concluyó.


​grb

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