La pandemia del coronavirus habrá de generar un aumento en la población en situación de pobreza y pobreza extrema de la cual México no podrá librarse, advirtió Linah Pohl, representante de la Organización de las Naciones para la Alimentación y Agricultura (FAO) en México.
“México ni ninguno de los países va librarse, esta es una crisis sin precedente, es una crisis que va afectar a todo el continente independientemente de las medidas que se tomen y por supuesto no serán sólo las poblaciones más vulnerables, sino los territorios más rezagados como Chiapas quienes sufran los mayores efectos”, afirmó.
Al presentar las ocho recomendaciones para atender la vulnerabilidad alimentaria en que se encuentran millones de personas durante esta emergencia, Pohl destacó el éxito que han tenido hasta ahora los programas aplicados por el gobierno federal para garantizar que las familias tengan acceso a los alimentos y que los precios no aumenten.
No obstante, consideró que al ser una crisis que impactará a todo el territorio nacional resulta fundamental que se amplíen los programas y la participación de la sociedad civil organizada para garantizar que los alimentos lleguen a quienes más lo necesitan.
“Esta es una época de distanciamiento físico, pero debe ser una época de mucha cercanía social en términos de solidaridad en términos de llegar a los lugares donde más se requiere, es tiempo de unidad nacional”, sentenció.
Por su parte, Christian Skoog, representante de la Unicef en México, alertó sobre el impacto que tendrán las medidas de confinamiento en la reducción del ingreso familiar y sobre todo la debilidad alimentaria para los niños que esto habrá de generar.
Skoog recordó que antes de la pandemia México enfrentaba que el 15 por ciento de los menores de 5 años sufrieran desnutrición, el 38 por ciento de bebés entre 12 y 24 meses con anemia y un 36 por ciento de niños en edad escolar con sobrepeso, cifras que amenazan con incrementarse con esta pandemia.
Frente a ello, aseguró que trabajan de la mano con el gobierno federal para que se mantengan durante el confinamiento los 6 millones de desayunos escolares que entrega el DIF y la alimentación de 1.5 millones de niños que asistían a escuelas de tiempo completo, ya que en muchos casos este puede ser el único alimento nutritivo al que puedan tener acceso.
jamj