La batalla por la vacuna entre los gobiernos y los laboratorios por una cura al nuevo coronavirus ya ha comenzado. El gobierno del presidente Emmanuel Macron le recordó este jueves al laboratorio francés Sanofi que deberá distribuir la vacuna sobre la que está trabajando en Francia y no en Estados Unidos, como ellos pretenden.
Paul Hudson, director general de Sanofi, dijo el miércoles pasado que la prioridad la iba a tener Estados Unidos porque había colaborado en la investigación. Ellos “obtendrán la vacuna primero porque han compartido el riesgo de la investigación”, dijo.
Una declaración que enfureció al gobierno francés. Incluso algunos de sus parlamentarios consideran que se debe “confiscar la vacuna” para el covid-19.
El primer ministro Edouard Philipe, que se comunicó anoche con el presidente de Sanofi, aseguró que para Francia, “el acceso legal de todos a la vacuna no es negociable”, en claro desafío a la afirmación de Hudson de que Estados Unidos será la prioridad de la farmacéutica.
“Yo vengo a recordárselo a Serge Weinberg, que es presidente del Consejo de Administración de Sanofi, esa gran empresa profundamente francesa. El me ha dado todas las seguridades necesarias en cuanto a la distribución de una eventual vacuna Sanofi”, tuiteó el primer ministro.
“La declaración del presidente de Sanofi ha emocionado mucho” a Macron, dijo el vocero del palacio del Elíseo. “La vacuna debe ser un bien público mundial y ser extraído de la ley del mercado. La vacuna deberá estar disponible para todos y al mismo momento”, enfatizó la presidencia francesa.
El ministro de salud Olivier Verán llamó el miércoles por la noche al presidente de Sanofi. “El me dijo que esas declaraciones no reflejan la política de su laboratorio. Yo puedo garantizarles que, una vez que la encontremos (la vacuna), haremos todo para que los franceses se beneficien, los europeos y por solidaridad todo el planeta, dijo el ejecutivo”, informó el gobierno
ledz