“Las calles están más limpias, el aire está más limpio, si te das cuenta todos los carros están aparcados, muy bien aparcados, no hay basura, no hay colillas de cigarro, no hay claxon, lo único que pasan son los autobuses y van vacíos”.
Ruben Castillo, un ingeniero egresado del Tec de Madero narra los últimos días en la ciudad de Sevilla, en la que ha vivido junto a su familia desde hace 15 años, y en la que los niños han sido los principales afectados. Los suyos, de 10, 7 y 3, tienen más de una semana sin salir a la calle.
“Imagínate el ánimo de los niños, no pueden salir al parque, solo a la terraza a asomarse, jugar lo que hay en casa, ver tele, los niños no la llevan bien, y los deberes son por online”.
Aunque este encierro tiene sus beneficios, ayudó porque en el caso de quienes pasan, da mayor tiempo de convivencia, para jugar con los niños, a conocerse mejor, “porque estamos 24 horas encerrado, al estilo big brother, solo asomas la nariz a la calle”.
Mientras narra muestra en la video llamada la calle vacía, a lo lejos un hombre que pasea a su perro, pero que no debe alejarse más de 200 metros de su vivienda o se expone a el arresto policiaco y la multa.
También se ve un autobús vacío porque solo pueden salir a trabajar quienes por obligatoriedad se requiere: bomberos, policías, choferes de transporte público, médicos, periodistas.
Otros tanto, como en su casa prefieren trabajar desde casa, u optan por la baja. En sistema monetario te permite una baja, “al que le llaman paro”, explica, uno en el que según el tiempo que generas en derechos laborales, permite al 75% y familia numerosa el 100 por ciento, muchos están recurriendo a eso porque la reserva lo permite”.
Esta experiencia hace que le pida a sus familiares en México, tomarse en serio las recomendaciones.
“Acatar un poquito les he recomendado a mi familia en México, comprar lo básico, sobre todo agua, latería, abastecerse como si fuera un ciclón, pero no entrar en compras de pánico, porque los demás también quieren comprar, así pasó a aquí, es racionar y prever… y no salir, guardar la distancia, porque el que te tose no sabemos si está resfriado y no te das cuenta hasta 14 días después”.
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ICGC