La crisis sanitaria del coronavirus apagó el glamour de los escaparates en Paseo de Gracia, la avenida que aloja los almacenes más prestigiosos de la moda en Barcelona. Marcas como Gucci, Burberry o Chanel lucen sus vitrinas vacías, las mismas que temporada tras temporada compiten por ser las mejores.
Tanto Barcelona como Madrid, las dos zonas más afectadas por la pandemia, se quedaron rezagadas en las fases de desescalada impuestas por el gobierno español. Dos semanas después y por orden ministerial ambas pasarán a fase 1 el próximo lunes.
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Esta fase supone más libertad para moverse dentro de la provincia para actividades comerciales, practicar deporte o reunirse con familiares y amigos en grupos pequeños de máximo 10 personas. Además, reabren los comercios siempre y cuando no estén en centros comerciales o tengan una superficie de más de 400 metros cuadrados.
De este modo, el gigante textil Inditex, dueño de tiendas como Stradivarius, Uterqüe, Oysho y Zara, comenzará a abrir algunos de sus establecimientos tomando en cuenta las medidas de impuestas por sanidad que además de la limitante de aforo (un 30% de su capacidad) tendrá que evaluar la superficie.
Un ejemplo de ello es el Zara ubicado en la famosa avenida catalana, que está siendo adaptado para utilizar sólo un espacio que corresponda a los metros cuadrados marcados en el decreto de la fase 1.
Otra medida de la marca española será atender sólo con cita previa para cumplir con los protocolos de seguridad. Firmas como H&M cerrará los probadores, controlará el aforo e instalará mamparas en las cajas para garantizar la seguridad tanto de sus trabajadores como de sus clientes.
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Como parte del protocolo, se elaborará un plan de devolución de prensas (por la falta de probadores) las cuales, una vez en tienda, tendrán que pasar 48 horas en cuarentena antes de volver a estar en exposición.
Las firmas de lujo aún no han dado a conocer el protocolo que seguirán para la reapertura. La mayoría continúa en el top de ventas online, mientras que la gente continúa haciendo la obligada parada para tomar la foto de sus famosos escaparates aunque hoy, en pleno corazón de Barcelona, luzcan vacíos.
tm