A pesar de las recomendaciones de salud del gobierno federal, miles de votantes en Wisconsin esperaron en largas filas durante horas afuera de abarrotados centros de votación para participar en unas elecciones primarias que pusieron a prueba los límites de la política electoral en medio de la pandemia por el coronavirus.
Miles más permanecieron en casa, indispuestos a arriesgar su salud aun cuando las autoridades republicanas siguieron adelante con las elecciones en medio de una orden de confinamiento, sin embargo, muchos de los posibles electores que permanecieron en sus hogares se quejaron de que las papeletas que habían solicitado para votar por correo nunca llegaron.
Hannah Gleeson, de 34 años, embarazada e infectada con el coronavirus, seguía esperando la boleta que solicitó la semana pasada para votar por correo.
“Parece en verdad injusto, antidemocrático e inconstitucional”, dijo Gleeson, quien trabaja en un centro de asistencia para personas discapacitadas en Milwaukee. “Creo que se trata del mejor ejemplo de exclusión de electores”.
Los centros de votación cerraron en la noche, aunque un fallo judicial al parecer impediría que se difundieran los resultados antes del próximo lunes.
Joe Biden espera que el estado ayude a propinar un golpe de nocaut a Bernie Sanders en la contienda por la nominación demócrata, pero el ganador podría ser menos significativo que la decisión de Wisconsin de autorizar la realización del proceso.
La capacidad de Wisconsin para efectuar unos comicios durante la propagación de una pandemia podría tener implicaciones importantes para las próximas primarias e incluso en las elecciones generales de noviembre.
El caos en un importante campo de batalla electoral con vistas a los comicios generales subraya hasta donde la pandemia del coronavirus ha trastocado la política en momentos en que los demócratas buscan un candidato que enfrente al presidente Donald Trump.
Los demócratas se quejaron de que el estado ponía en riesgo la salud de sus habitantes al no aplazar las elecciones. Los republicanos insistieron en la realización de los comicios de acuerdo a lo programado.
Después de varias horas de votación, había indicios de que la prueba en Wisconsin no estaba saliendo bien. Milwaukee, la ciudad más poblada del estado, sólo tenía en funcionamiento cinco de sus 180 centros de votación tradicionales en funcionamiento, debido a que cientos de empleados electorales declinaron debido a los riesgos de salud.
ledz