Una corte rusa estableció el viernes próximo como la fecha para el inicio del juicio penal a la estrella del básquetbol estadunidense Brittney Griner, más de cuatro meses después de que la jugadora fue arrestada en un aeropuerto de Moscú por posesión de cannabis.
A la estrella del Phoenix Mercury de la WNBA y dos veces campeona olímpica también se le ordenó permanecer bajo custodia durante su juicio penal. Enfrentará hasta 10 años de prisión si es declarada culpable de cargos de transporte de drogas a gran escala. Menos del uno por ciento de los acusados en casos penales rusos son absueltos y, a diferencia de Estados Unidos, las absoluciones pueden ser anuladas.
El lunes, la corte del suburbio de Jimki, en Moscú, extendió la detención de Griner por otros seis meses después de que ella compareció para una audiencia preliminar llevada a cabo a puerta cerrada. Fotos obtenidas por la agencia AP la mostraban esposada. A Griner se le había ordenado previamente permanecer en prisión preventiva hasta el 2 de julio.
La detención y el juicio de Griner llegan en un momento extraordinariamente bajo en las relaciones entre Moscú y Washington. La jugadora fue arrestada en el aeropuerto Sheremetyevo de Moscú a menos de una semana antes de que Rusia enviara tropas a Ucrania, lo que agravó tensiones de antemano altas debido a las extensas sanciones de Estados Unidos y la denuncia de Rusia de los suministros de armas a Ucrania.
En medio de las tensiones, los partidarios de Griner habían mantenido un perfil bajo con la esperanza de una resolución tranquila, hasta mayo, cuando el Departamento de Estado la reclasificó como detenida injustamente y asignó el seguimiento de su caso a su enviado presidencial especial para asuntos de rehenes, quien es el principal negociador del gobierno de Estados Unidos.
Esa medida ha llamado aún más la atención sobre el caso de Griner, con seguidores instando a un intercambio de prisioneros como el de abril que llevó a casa al marine veterano Trevor Reed a cambio de un piloto ruso condenado por conspiración de narcotráfico.
La prensa rusa ha conjeturado reiteradamente que Griner podría ser liberada a cambio de Viktor Bout, el traficante de armas ruso que es apodado el “El Mercader de la Muerte” y que purga una sentencia de 25 años por conspirar en la muerte de ciudadanos estadunidenses y brindar ayuda a una organización terrorista.
Rusia lleva años pidiendo que Bout sea dejado en libertad. Pero la discrepancia entre el caso de Griner —supuestamente tenía en su posesión cartuchos con aceite de hachís para vapear— y que Bout participaba en el tráfico de armas haría que semejante canje sea aceptable para Estados Unidos.
Otros han sugerido que podría ser liberada junto a Paul Whelan, un ex marine y director de seguridad que purga una sentencia de 16 años por espionaje, y que Estados Unidos ha dicho en reiteradas veces fue una trampa.
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