Los Estados miembros de la Unión Europea (UE) acordaron tratar de coordinar sus restricciones a los viajes dentro del bloque con base en un método común, con la esperanza de unificar el desordenado mosaico de medidas adoptadas por la pandemia de covid-19.
Embajadores de los 27 Estados miembros de la UE acordaron una lista de recomendaciones que incluye un código de colores para identificar las áreas de riesgo: verde, naranja o rojo, según la situación.
Sin embargo, las recomendaciones seguirán siendo voluntarias y cada país será libre de adoptar las sugerencias o ignorarlas por completo.
La industria de viajes, que ha sido devastada por la pandemia de coronavirus, espera que estas medidas se adopten en forma generalizada y ayuden a que los viajes dentro de Europa sean menos caóticos.
Pero la metodología se acordó justo cuando la pandemia atraviesa una segunda ola en Europa, con nuevas infecciones que crecen a niveles alarmantes en Madrid, París y otros destinos importantes de la UE.
"Este es un paso importante que, con un análisis de riesgo común, conducirá a una mayor previsibilidad y transparencia cuando se viaja bajo restricciones por el covid-19 en la UE", tuiteó un portavoz de la presidencia del bloque.
Como ya sucedió al comienzo de la pandemia, en la pasada primavera boreal, los estados de la UE adoptan enfoques muy diferentes sobre las restricciones de viaje debido al covid-19.
Alemania, por ejemplo, ha emitido una advertencia de viaje para Bélgica, mientras que Francia no lo ha hecho. Mientras tanto, Hungría emitió una prohibición general de todas las visitas, con excepciones para los viajeros de Polonia, la República Checa y Eslovaquia.
En un intento de simplificar las cosas para los viajeros, la Comisión Europea presentó en septiembre una propuesta con "criterios y umbrales comunes" para el sistema de códigos de colores.
En el plan, los estados miembros se comprometerían a proporcionar los datos necesarios a nivel regional y no solo nacional.
Los criterios de la UE incluyen el número de casos positivos por cada 100 mil personas, así como la tasa de exámenes en una población determinada.
Sin embargo, la forma en que los Estados miembros aborden esta clasificación dependerá en gran medida de cada uno de ellos.
La propuesta debe ser adoptada formalmente en una reunión de Ministros de Asuntos Europeos.
jamj