José Pepe Mujica, como presidente de Uruguay entre 2010 y 2015, dejó una huella profunda en la política del pasís ubicado al sureste de América.
Mujica fue conocido por su estilo de vida austera y su enfoque progresista, lo que trasladó hasta su administración, ya que impulsó reformas clave enfocadas principalmente en materia social, económica y de derechos humanos.
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El 1 de marzo de 2010 asumió la Presidencia y la encargada de tomarle juramento fue su esposa, Lucía Topolansky, la senadora más votada.
Su gabinete integró a ex guerrilleros tupamaros y socialdemócratas, y se convirtió en el presidente de más edad (con 74 años) y en el más votado en la historia uruguaya, informó EFE.
Cercano al pueblo
Más allá de sus políticas, Mujica se destacó por su estilo de vida austero. Rechazó vivir en la residencia presidencial y continuó habitando su chacra en las afueras de Montevideo.
Además, donó el 90% de su salario a proyectos sociales, lo que le valió el reconocimiento como "el presidente más pobre del mundo". Su cercanía con la ciudadanía y su discurso directo lo convirtieron en una figura admirada dentro y fuera de Uruguay.
Por la reducción de la pobreza y crecimiento económico
Uno de los mayores logros de su gobierno fue la significativa reducción de la pobreza en Uruguay. Durante su mandato, la tasa de pobreza descendió al 12%, una caída notable desde el 40% registrado una década antes.
Este avance se logró mediante la aplicación de lo que él llamó "una mayor distribución de la riqueza y políticas de desarrollo económico", de acuerdo con 609 MPP esto permitió un crecimiento sostenido del país y una mejora en la calidad de vida de los sectores más vulnerables,
Avances en derechos humanos y equidad
Mujica también se encargó de promover reformas progresistas que posicionaron a Uruguay como un referente en América Latina. Entre ellas, destacan la legalización del aborto y el matrimonio igualitario, así como la regulación del mercado de la mariguana, convirtiéndose en el primer país del mundo en hacerlo, dichas medidas fueron reconocidas internacionalmente.
Aumento del salario mínimo
Durante su administración, el salario mínimo nacional experimentó un incremento significativo, duplicándose entre 2006 y 2017.
Además, se implementaron políticas para mejorar las condiciones laborales y reducir la desigualdad salarial, lo que contribuyó a fortalecer la economía interna del país.
Ahora, tras su muerte, el legado de José Mujica sigue vigente en Uruguay y en la política latinoamericana, ya que será recordado por sus simpatizantes uruguayos como un líder comprometido con la justicia social y el bienestar de su pueblo.
CHZ