La plataforma Archipiélago, mediante la cual el dramaturgo Yunior García convocó a una protesta nacional ayer en Cuba, dijo hoy que si el “gobierno no ceja en su empeño de violar nuestros derechos, continuaremos la lucha cívica, hasta que el país sea un Estado de derecho”.
Archipiélago hizo ese pronunciamiento 48 minutos después de que el lunes concluyera sin que la “marcha cívica por el cambio” se realizara en ninguna de las ocho provincias cubanas en las que fue convocada desde octubre.
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El grupo opositor culpó de ese desenlace “a la militarización extrema de las calles” y dijo que “más de 100 activistas fueron sitiados”, al tiempo que anunció que “extenderemos la jornada cívica por el cambio hasta el 27 de noviembre”.
En el único pronunciamiento oficial sobre este tema registrado, hasta ahora, es el del canciller cubano Bruno Rodríguez, quien afirmó que “quienes se vistieron para la fiesta” de las protestas en Cuba el lunes “se quedaron vestidos”, y lamentó que desde Estados Unidos se hayan “triplicado los llamados” a manifestaciones antigubernamentales en la isla.
Ese día se realizaron acciones a favor o en contra del gobierno cubano en un centenar de países, y Estados Unidos culpó al gobierno del presidente Miguel Díaz-Canel de “silenciar” las manifestaciones en la isla.
Nueva táctica opositora
Archipiélago llamó también a sus partidarios a que “cuando usted lo decida, desde una iniciativa individual y sin que represente riesgo para su seguridad, llévele una flor a un mártir y documente esa acción”, como parte de un nuevo grupo de propuestas.
"Converse con sus familiares que no están en las redes, explíqueles lo que está pasando más allá de su barrio o comunidad", orientó además la plataforma, que dice tener unos 37 mil seguidores dentro y fuera de la isla.
Para el cubano de a pie, en tanto, el nuevo pulso entre la oposición y el gobierno, que se realiza más en las redes sociales que en la cotidianidad del país, parece muy distante de sus aspiraciones apremiantes.
"Mire aquí nuestros problemas no se resuelven ni con marchas anti gobierno ni con mítines de repudio (contra las opositores), aquí la concreta es enderezar la economía", considera Roberto Pérez, de 45 años, quien intenta consolidar un negocio privado en el sector de los servicios.
A pregunta de MILENIO sobre las similitudes entre las protestas del 11 y 12 de julio y las convocadas por Archipiélago, Pérez respondió: “A mi entender son cosas distintas, aquellas fueron espontáneas por el montón de problemas que padecemos y estás son una manipulación política, aprovechándose de esas carencias”.
Cuba vive la peor crisis económica de los últimos 20 años y el gobierno dice ser blanco de “un golpe suave”, orquestado en Estados Unidos. Las protestas de julio en una treintena de localidades del país dejaron un muerto, y más de mil de detenidos, según la oposición.
OMZI