Cuba acusó al gobierno de Estados Unidos de tener una "responsabilidad directa" en las protestas callejeras que sacudieron a la isla hace dos años, las más grandes desde la revolución de Fidel Castro en 1959.
En un editorial en portada de Granma, diario del gobernante Partido Comunista, y previo al 11 de julio, fecha en que estallaron las protestas, La Habana dijo que las manifestaciones se dieron en medio de un incremento de las sanciones de Washington contra Cuba.
"Estados Unidos tiene una responsabilidad directa en los disturbios del 11 y 12 de julio de 2021", afirmó el diario Granma en un editorial.
La publicación oficial acusó a EU de incitar y otorgar dinero a los manifestantes, como intento de un "golpe blando".
Desde Estados Unidos "se incitó y financió abiertamente a individuos y grupos a que cometieran violaciones de la ley. Ello incluyó acciones de violencia, robo, asalto, agresión, además se ejecutó desde allí (...) una campaña de desinformación y calumnias por las redes sociales", dice el texto.
Miles de personas se lanzaron a las calles el 11 y 12 de julio de 2021 en cerca de 50 ciudades del país al grito de "Libertad" cuando se recrudecía la crisis económica que enfrenta la isla, la peor en tres décadas.
Largas filas para conseguir alimentos, tomar el transporte púbico, abastecer combustible y comprar medicamentos han alimentado la frutración de muchos cubanos. Más de 140 mil cubanos se han marchado a Estados Unidos principalmente desde octubre de 2021, según datos del gobierno estadunidense, el mayor éxodo en décadas.
Sin embargo, las protestas duraron poco. Desde entonces las autoridades cubanas condenaron a cientos de personas a penas de cárcel por cargos que van desde desórdenes públicos hasta sedición, lo que han llevado a los activistas a denunciar violaciones a los derechos humanos.
La Unión Europea y Estados Unidos han instado al gobierno cubano a liberar a los manifestantes. Washington, por su parte, sostiene que los disturbios fueron espontáneos y niega haberlos provocado.
"Las calumnias promovidas por la Casa Blanca, relacionadas con los hechos que auspició en 2021, son utilizadas como pretexto para mantener contra Cuba la política de máxima presión (...) conforme lo diseñó la administración (de Donald) Trump y aplica con severidad el gobierno de (Joe) Biden", se lee en el texto.
Dos años después de las protestas, exiliados cubanos y simpatizantes fuera del país han convocado actos para conmemorar la fecha, pero hay pocas señales de planes similares en la isla caribeña, aunque se observaba una presencia inusual de agentes del orden vestidos de civil en sitios de importancia de La Habana.
SNGZ