Tres universidades cubanas anunciaron hoy la suspensión de sus clases presenciales por la crisis de gasolina y diésel desatada en la isla desde hace más de tres semanas, que según anuncio oficial continuará en mayo, y ha provocado incluso roces entre diplomáticos en la capital del país.
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“El Consejo de Dirección de la Universidad de Holguín informa que a partir de la situación que se enfrenta de limitaciones de combustible y considerando la distribución geográfica de la matrícula en toda la provincia (del oriente de la isla), así como el alcance territorial de algunas carreras, ha decidido modificar la planificación docente”, dijo la institución.
Agregó que “del 24 al 28 de abril, los estudiantes no se trasladarán a la universidad y desarrollarán sus actividades docentes desde las plataformas digitales”.
Similar decisión adoptaron la universidad de la central provincia de Sancti Spíritus y la agraria de La Habana, en el occidente de la isla.
El ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, informó el lunes pasado que la crisis se mantendrá al menos hasta mayo, mientras la distribución a cuenta gotas de combustible se ha transformado en un caos nacional.
En este contexto, muchos cubanos han solicitado a la Central de Trabajadores de Cuba (única) que “suspenda los actos masivos convocados para el primero de mayo”.
"En tiempo de guerra no se oye misa y dada la crisis de combustible, quisiera proponer la reducción de caravanas conmemorativas, desfiles, asambleas presenciales, concentraciones, eventos culturales o políticos nacionales, visitas para exhortar o instar, así como cualquier actividad que gaste combustible y no ayude a producir bienes para salir de esta crisis”, solicitó en Facebook Carolina de la Torre.
De la Torre llamó además a “evitar lo que no sirva para trasladar personas a sus trabajos, cosechas a sus destinos, productos para la población, así como ambulancias y otros servicios indispensables relacionados con la salud pública, el agua, el gas, etc”. Este planteamiento ha tenido amplia repercusión en las redes.
Hasta el momento, la CTC no ha dado marcha atrás a su convocatoria de realizar un desfile masivo por la efeméride obrera en la Plaza de la Revolución de La Habana, la mayor del país, “para lanzar al mundo un mensaje de unidad”.
Roces diplomáticos
La crisis de combustible ha obligado a racionar la venta de gasolina y diésel, y la estatal distribuidora Petróleos de Cuba (CUPET) seccionó sus servicentros para servir por separado a autos privados, del cuerpo diplomático, de empresas extranjeras y de empresas estatales.
Esta situación ha ocasionado que los cubanos hagan enormes filas y duerman en sus autos hasta cuatro días a la espera de los suministros, en tanto se ha disparado el precio del combustible en el mercado negro y se cobran hasta dos mil pesos (el ingreso mensual de un jubilado) por un turno en las colas.
Esta semana incluso se generaron roces en el servicentro destinado al cuerpo diplomático en La Habana, cuando vehículos de la Embajada de Estados Unidos, grandes consumidores de gasolina, coparon buena parte de la fila y cargaron con todo el combustible que necesitaban, según testigos.
“Imagínese que yo tuve que retirarme a las dos de la mañana sin poder echar gasolina después de casi cuatro horas de espera, porque los americanos formaron tremendo caos; allí había unos cuantos cónsules y dijeron que protestarían ante la cancillería cubana”, confirmó a MILENIO Rigoberto P, chofer de una embajada suramericana.
La semana anterior se dio otro incidente en el servicentro habanero destinado a servir diésel al cuerpo diplomático, cuando un funcionario ruso pidió que le vendieran más de los establecido alegando que “nosotros somos los que le suministramos petróleo a Cuba”.
Sin dar nombres, el gobierno afirma que la crisis en curso es “por incumplimiento de los proveedores” extranjeros. Venezuela y Rusia son los principales abastecedores de crudo de la isla.
ledz