Los demócratas del partido del presidente estadunidense Joe Biden celebraron el domingo mantener el control del Senado en las elecciones de medio mandato, un resultado que sacude a sus rivales republicanos mientras Donald Trump se prepara posiblemente para una nueva postulación presidencial en 2024.
"Es un motivo de celebración", dijo Nancy Pelosi, la líder de los demócratas en la Cámara de Representantes, toda sonrisas en CNN, luego de que el sábado se anunciara la reelección de la senadora Catherine Cortez Masto en el estado de Nevada.
"Quién hubiera pensado hace dos meses que esa ola roja se convertiría en una gotita muy pequeña", bromeó Pelosi en alusión al color del Partido Republicano.
Ante la alta inflación y la impopularidad de Biden, dirigentes de peso republicanos habían pronosticado incluso un "tsunami" rojo durante la votación del 8 de noviembre.
Trump, omnipresente en la campaña, buscaba incluso surfear la ola republicana para anunciar una nueva candidatura a la Casa Blanca. Todavía se espera un "gran anuncio" este martes, pero su estado de ánimo ha cambiado.
Republicanos molestos tras elecciones por el Senado
El domingo, Trump culpó de la derrota a Mitch McConnell, el líder de los republicanos en el Senado, un fuerte aliado suyo durante su mandato pero de quien se ha distanciado desde el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021 por parte de trumpistas.
"Metió la pata en las elecciones y todos lo desprecian", dijo el ex mandatario republicano en su red Truth Social, criticando a McConnell por no invertir suficiente dinero en la campaña de Blake Masters, el candidato apoyado por Trump en Arizona.
La derrota de Masters, así como otra de las fichas de Trump en Nevada, permite a los demócratas quedarse con 50 escaños de los 100 del Senado, y por tanto les da el dominio de la Cámara alta ya que la vicepresidenta Kamala Harris tiene el voto de desempate.
Este resultado ilumina el horizonte de Biden. "Me siento bien y con expectativa de cara a los próximos dos años", dijo el presidente desde Phnom Penh, Camboya, donde se reunió con líderes asiáticos antes de viajar a la cumbre del G20 en Bali.
Los demócratas incluso comienzan a soñar con mantener su mayoría en la Cámara de Representantes.
"Todavía pensamos que tenemos posibilidades de ganar", dijo Pelosi, mientras aún se esperan los resultados en una veintena de circunscripciones.
Según CNN y ABC, los republicanos tienen actualmente 211 de los 218 escaños necesarios para la mayoría y los demócratas, entre 204 y 206.
El conflicto de los republicanos y las voces por renovarlo
Entre los republicanos, Trump no es el único molesto.
"El viejo partido está muerto, es hora de enterrarlo", tuiteó el senador Josh Hawley, una figura del ala derecha de los republicanos, que pidió "construir algo nuevo".
La víspera, otros allegados a Trump habían parecido querer desafiar a los líderes del partido en el Congreso, cuyos cargos estarán en juego próximamente.
Entre los moderados, el gobernador de Maryland, Larry Hogan, presentado como posible rival de Trump en 2024, atribuye este fiasco al multimillonario republicano.
"Esta es la tercera elección consecutiva que Donald Trump nos hace perder", aseveró el domingo en CNN. "Estoy cansado de perder", dijo, retomando un poco la retórica que ha ido tomando fuerza en los últimos días en los medios conservadores.
Trump, un magnate de bienes raíces de 76 años, conserva sin embargo una popularidad innegable en parte del electorado republicano y las encuestas hasta el momento muestran que sigue ganando una primaria republicana.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, reelegido triunfalmente y nueva estrella de la extrema derecha, aparece poco después y podría ganar si los problemas legales del expresidente terminan por descalificarlo.
Trump es objeto de varias investigaciones por su papel en el ataque a la sede del Congreso o su gestión de los archivos de la Casa Blanca. Sin embargo, un anuncio de candidatura el martes haría más delicada una potencial acusación.